No me quites mi risa

Los telediarios nos abruman diariamente con noticias serias, muy serias. Caras circunspectas, maletines negros, trajes y coches oscuros, cemento, asfalto, el decorado perfecto de una perfecta seriedad, acorde con el dramatismo de la información que día tras día emiten por los doscientos cincuenta canales que sintoniza nuestro televisor.

Las portadas de los principales diarios nacionales entonan en blanco y negro la misma oscura y seria canción.

Un concienzudo trabajo de hipnosis colectiva.

Las mil ochenta series de televisión que se emiten simultáneamente también nos detallan lo serio de nuestra naturaleza humana, porque la vida no es un juego… con las cosas de comer no se juega…

En los trabajos también se respira seriedad…tómate las cosas en serio, que ahí fuera hay mucha gente llamando a la puerta, gente que mataría por tener la oportunidad que te estamos dando a ti, un trabajo remunerado, un trabajo de 12 horas diarias remunerado con 678 euros al mes… un trabajo al que tardas en llegar una hora, y otra hora más en volver a casa.

En los ratos de familia también serios… los estudios, los trabajos, el fin de mes, la incertidumbre política, económica, social, medioambiental, la releche…

El mayor problema de esta época es que estamos tomándonos la Vida demasiado en serio.

El mayor problema de esta época es que no disfrutamos de la risa.

El mayor problema de esta época es que en un enorme ejercicio de hipnosis colectiva nos han hecho olvidar nuestro niño interior.

Y por eso yo te digo, como también diría hoy día Pablo Neruda, no me quites mi risa.

Quítame el pan si quieres, quítame el aire, pero no me quites mi risa. No me quites la rosa, la lanza que desgrano, el agua que de pronto estalla en mi alegría, la repentina ola de plata que me nace.

Mi lucha es dura, y vuelvo con los ojos cansados a veces de haber visto la tierra que no cambia, pero al entrar (en mí)  mi risa sube al cielo buscándome y abre para mí todas las puertas de la vida.

Amor mío, en la hora más oscura desgrano mi risa, y si de pronto veo que mi sangre mancha las piedras de la calle, río, porque mi risa será para mis manos como una espada fresca.

Junto al mar en otoño mi risa debe alzar su cascada de espuma, y en primavera, amor, quiero mi risa como la flor que yo esperaba, la flor azul, la rosa de mi patria sonora.

Ríete de la noche, del día, de la luna, ríete de las calles torcidas de la isla, ríete de este torpe muchacho que te quiere, pero cuando yo abro los ojos y los cierro, cuando mis pasos van, cuando vuelven mis pasos, niégame el pan, el aire, la luz, la primavera, pero mi risa nunca, porque me moriría.

No me quites mi risa

 

Si deseas enfrentarte y vencer las resistencias que te están impidiendo sacar a la luz tu niño interior, recuperar la risa, y disfrutar de todo lo bueno que tiene la vida, podemos ayudarte. Hoy es un día perfecto para empezar. Te acompañamos en ese camino apasionante.

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