Me gustaría tanto… pero no, no es posible…siento vértigo.
¿Pero qué me causa ese miedo? Me paro a pensar y sí, es cierto, mi miedo nace de la forma que tengo de ver las cosas y las situaciones, y de las consignas de mi mente. ¡Pero qué difícil es romper las fronteras de mi mente! Prefiero lo conocido al cambio… separo con una línea muy gruesa lo posible de lo imposible… y me quedo tranquilo dentro de mi cárcel.
Prueba analizar con calma el origen de tus miedos, tus cárceles imaginarias, y verás que las fronteras que separan lo posible de lo imposible sólo están en tu mente… La realidad no conoce fronteras, la naturaleza no conoce fronteras, el universo no las conoce, somos los hombres quienes nos empeñamos en dibujarlas.
No renuncies a nada. Entre ti, y tus sueños, no dibujes fronteras.