La muerte y la vida, la duración y la destrucción,
la miseria y la gloria, la pobreza y la riqueza,
la sabiduría y la ignorancia, la reprobación y la alabanza,
el hambre y la sed, el frío y el calor,
he aqui las vicisitudes alternantes cuyo curso constituye el Destino.
Quien no deja que le afecten estos acontecimientos mantiene su alma intacta.
Confucio