¿Qué te trae aquí? ¿Qué sientes? ¿Qué te llevas?
Este fin de semana hemos vuelto a abrir las puertas de La Casa de la Corte para ofrecer a un grupo de personas la oportunidad de disfrutar de la naturaleza y la meditación en la Sierra de Aracena.
El sábado a mediodía, cuando nos reunimos por primera vez en el salón de la chimenea, os hablamos de la magia: “Nos encontramos en un lugar mágico – dijimos – , y sucederán cosas sorprendentes, fuera y dentro de vosotros”.
24 horas más tarde, cuando ayer domingo nos despedíamos en ese mismo salón, todos sabíamos que la magia había hecho su efecto: sí, somos los mismos… pero mucho más grandes, más poderosos, más conectados de lo que pudimos haber imaginado.
Y fruto de esta magia sabemos ahora que el azul en realidad es mucho más azul, la risa más risa, la piel más piel, el agua más agua, el viento más viento, el árbol más árbol, el abrazo más abrazo. Sabemos que la respiración es mucho más que la respiración, es el hilo de cristal que nos conecta con nuestra esencia y con la vida. Y también, sorprendentemente, ahora sabemos, porque lo hemos vivido, que el cuerpo y el espíritu se entrelazan cada segundo para bailar juntos la melodía del tiempo. Y entonces, en ese baile mágico, el árbol deja de ser árbol y empieza a ser canción, y el abrazo deja de ser abrazo para ser cascada, y la piel ya no es piel sino susurrro, y el viento es luz, y la risa es un tritón negro con lunares amarillos, y tú eres a ratos fuego, a ratos silencio, a ratos latido, atalaya, ángel atrevido que recorre la cueva que guarda tus memorias, lluvia dorada de hojas mecidas por el viento… y eres otoño… y el otoño eres tú, y sigue la magia, y sigue el baile, y sigue la canción, y una piña arde en el fuego y esa piña también eres tú… y te dices adiós, y de repente te encuentras.
Y entonces ya sabes para siempre que todo es posible, porque has visto y oído cosas maravillosas y sorprendentes, porque te has dado cuenta de que en realidad tú eres ese lugar mágico que respira. Porque tú eres la magia, eres la vida, porque tú eres el cuerpo y el espíritu que en cada uno de tus latidos bailan entrelazados la melodía del tiempo.
Todos nos llevamos lo más grande que hemos compartido: la magia de cada una de nosotras, de cada uno de nosotros; por eso nos hemos sentido como en casa, por eso hemos sentido un hogar, por eso la energía de este fin de semana no sólo impregnará para siempre las paredes centenarias de La Casa de la Corte, también formará parte de la experiencia de vida de cada uno de nosotr@s.
Este fin de semana, entre todos, hemos vuelto a abrir las puertas de La Casa de la Corte. Entre todos estamos abriendo puertas a todas las personas que sienten en su corazón que necesitan coger fuerza, hogar, conexión, alegría, recargarse de lo mejor de sí mismas, expandir su mirada, renovar su energía. Entre todos estamos abriendo la puerta que conduce, que nos conduce, que os conduce, hacia un mundo nuevo.
A los que habéis vivido esto este fin de semana, gracias, buen viaje, y hasta pronto!
Y a tí, que estás leyendo estas líneas, ven pronto, te esperamos con mucha ilusión!
Con mucho amor,
Elena y José Carlos