En el libro Charla de mesa, del maestro sufí Rumi, se encuentra este implacable y atinado párrafo:
El maestro dijo que en este mundo hay una sola cosa que nunca debe olvidarse. Si fueras a olvidar todo lo demás, pero no esto, no habría motivo de preocupación, mientras que si recordaras, realizaras y atendieras a todo lo demás pero olvidaras esa única cosa, en realidad no habrías hecho nada en absoluto. Es como si un rey te hubiera enviado a un país para cumplir una tarea específica y concreta. Vas a ese país y realizas otras cien tareas, pero si no realizas aquella para la que te enviaron, es como si no hubieras realizado nada en absoluto. Del mismo modo, el hombre ha venido al mundo para cumplir una tarea específica, y ése es su objetivo. Si no la realiza, no habrá hecho nada.
Todos los maestros espirituales de la humanidad nos dicen lo mismo, que el propósito de la vida en la Tierra es lograr la unión con nuestra naturaleza fundamental iluminada. La <tarea> por la que el <rey> nos ha enviado a este país extraño y oscuro es la de conocer de modo profundo y encarnar nuestro verdadero ser. Y la única manera de hacerlo consiste en emprender el viaje espiritual con todo el fervor y la inteligencia, la valentía y la determinación posibles de transformación personal de las cuales podamos hacer acopio (…).
En otras épocas y en otras civilizaciones, este camino de transformación espiritual quedaba limitado a un número relativamente reducido de personas; hoy, en cambio, una gran proporción de la raza humana debe emprender el camino de la sabiduría si queremos proteger al mundo de los peligros que lo amenazan (…).
Nunca ha sido más difícil ni más urgente seguir el camino de la sabiduría. Nuestra sociedad está casi por completo dedicada a la celebración del ego, con sus deplorables fantasías sobre el éxito y el poder, y celebra precisamente esas mismas fuerzas de codicia e ignorancia que están destruyendo el planeta. Nunca ha sido más difícil oír la voz poco halagadora de la verdad, y una vez oída, nunca ha sido más difícil seguirla (…).
No obstante, en esta situación trágica hay también una significativa fuente de esperanza, y es que las enseñanzas espirituales de las grandes tradiciones místicas aún se hallan a nuestro alcance.
Sogyal Rimpoché
https://evolucion.center/retiros-cursos-encuentros/