Decir la verdad

Interpretamos

Normalmente, interpretamos lo que sentimos y lo experimentamos como toda la verdad, y nuestra interpretación perpetúa los ciclos de sufrimiento. Nuestros sentimientos, pensamientos, emociones y circunstancias son los componentes de la historia personal. Creemos que la historia personal es la verdad. Tanto si nuestra historia emocional es de angustia como si es de dicha, no es la verdad final. Ser capaz de distinguir entre la historia y la verdad es un aspecto de la sabiduría selectiva, que a su vez es un producto secundario natural de la autoindagación.

Nos identificamos

Nos identificamos erróneamente con el cuerpo físico, el cuerpo emocional y el cuerpo mental, y ello produce una gran confusión. Cuando el cuerpo físico experimenta dolor, decimos: “Me duele, me siento mal”. Esta es nuestra manera habitual de utilizar el lenguaje. Decir: “Mi cuerpo siente dolor” tiene un significado muy diferente. Cuando el cuerpo emocional se encuentra inmerso en un vendaval, decimos: “Estoy molesto, estoy desesperado, estoy enfadado”, en lugar de: “Mis emociones son un vendaval, el enfado empieza a aparecer, la desesperación empieza a aflorar”.

Tanto si estás triste como si estás feliz tienes la oportunidad de decir la verdad sobre aquello que es más profundo que el sentimiento. Esto suele darse de forma radical en la mayoría de la gente, porque cuando se sienten tristes, lo que quieren es volver a sentirse alegres. La mayoría no van más allá de este deseo natural. O si se sienten felices, pretenden mantener siempre esa felicidad, y eludir para siempre la tristeza.

Cambio

La ley de las circunstancias cambiantes es, evidentemente, una de las leyes básicas que regulan este planeta. Cada cosa está sujeta a cambios continuos – todos los objetos, pensamientos, sentimientos, estados mentales, la salud e incluso los gobiernos -; todas las circunstancias cambian. ¿Qué no está sujeto a cambios? Tu verdadera naturaleza. Cualquier cosa que creas ser, comprueba si está sujeta a cambios. Si lo está, entonces, como experimento, descarta esa creencia y di la verdad sobre el resto. ¿Qué es lo que no cambia con el cambio corporal? ¿Lo que no cambia con los cambios de circunstancias? ¿Qué es lo que no cambia cuando cambian tus emociones? Di la verdad de fondo. No te conformes con una verdad superficial y relativa. Di la verdad de fondo hasta que te conozcas como inmutablemente presente.

La verdad

Decir la verdad ha de ser aún más importante que la iluminación, más importante que la felicidad. Por medio de la devoción a decir la verdad, y después a las sucesivas verdades cada vez más profundas, se revelará que tu historia personal, con todas sus sorprendentes y recónditas dimensiones, no tiene una realidad definitiva.

Eres conciencia resplandeciente y libre. Cuando la conciencia resplandeciente y libre queda oscurecida por la identificación con un cuerpo, con un pensamiento, una emoción o circunstancia, vives en una mentira; y la mentira siempre va acompañada de sufrimiento.

Verdades superficiales

Muchos vivimos nuestras vidas superficialmente. Sufrimos por esa superficialidad, porque dentro de cada uno de nosotros vive una profundidad de ser que quiere darse a conocer, que quiere ser sentida, que quiere expresarse y comunicarse. Mientras nos conformemos con las verdades superficiales, nos perderemos trágicamente la revelación más profunda.

Dirige la atención

En este planeta experimentamos un enorme sufrimiento colectivo, y sin embargo, en cualquier momento, tenemos plena capacidad de detenernos y decir la verdad: ¿qué es lo que siento? ¿Qué es lo que hay aquí? Es posible que aquí haya tristeza, es posible que haya ira; pero ¿qué más hay aquí? ¿Qué es más profundo que eso? En cualquier momento tenemos la oportunidad de retirar nuestra atención del pasado y el futuro y dirigirla hacia este momento para poder indagar verdaderamente en aquello que es definitivo, en lo que siempre está presente.

Podemos ayudarte

¿Te sientes triste, falta de motivación, ansiedad, problemas de concentración, sobrepresión, miedos descontrolados, atraviesas un duelo, te encuentras ante una ruptura conyugal o de pareja, un divorcio, un cambio de trabajo, estrés…? Te ayudamos iluminando tu camino para que recuperes paz, fuerza, determinación, el equilibrio y la armonía interior que tanto te mereces y necesitas.

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