La Verdad reside en el corazón de todo ser humano. Ahí es donde debemos buscarla para que nos guíe. Lo de menos es cómo se nos muestra. No podemos obligar a los demás a actuar de acuerdo con nuestra visión de la Verdad.
Tu camino es muy bueno para ti, pero no para mí.
Mi camino es muy bueno para mí, pero no para ti.