Navidad es una invitación a descorrer el velo del corazón, y volver a mirar el mundo con los ojos de la inocencia.
Dijo el poeta: «La vida lleva un velo, incluso está oculta, de la misma manera que lleva un velo y está oculto vuestro yo más íntimo. Pero cuando la vida se pone a hablar, todos los vientos se convierten en palabras, y cuando habla más, la sonrisa de vuestos labios y las lágrimas de vuestros ojos también se convierten en palabras.»
La vida es un instante, y otro, y otro… ocurre en tanto miras y tocas, en cuanto sientes y amas, en cuanto piensas y actúas; la Navidad es una invitación a la Vida, a reencontrarte con tu niño y niña interior, a reconectar con tu corazón y escuchar con asombro las palabras del viento.
¡Abre los portales de tu propia luz y celebra el renacer de tu divinidad!
De tu capacidad de crear, abrazar, perdonar, dar, amar, liberarte del ego y de los hechizos de este mundo e instalarte en el ser humano maravilloso que eres.
Celebra la Navidad, toma conciencia de la abundancia infinita que nos abraza.
Celebra la Navidad en la co-creación con otras personas de espacios de amor, de reencuentro, de dar y darse, de mirar con los ojos del todo, de unificar los sueños y los caminos.
Abre tus alas a este despertar y respira la Vida, que corra por tus venas la Navidad, que te renueve, y te Bendiga
¡Feliz Navidad!
Con mucho amor, Elena y José Carlos
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