Sanar las heridas
Si deseas la libertad, tienes que estar dispuesto a afrontar aquello de lo que has estado huyendo en tu búsqueda de ella. En general, la mayoría de la gente huye de algún tipo de historia dolorosa, generalmente resultado de algunas necesidades que quedaron insatisfechas en la infancia. El dolor puede tener componentes tanto físicos como psicológicos. Es posible que tenga una historia aparejada, o es posible que sólo sea un campo energético, como una sensación de temor o negatividad.
Son múltiples las heridas que acompañan cada vida, incluso entre los más privilegiados. Algunas personas consiguen generar tejido de cicatrización sobre sus psiques, sobre sus heridas físicas y emocionales, y siguen adelante con su vida. Pero sospecho que el éxito en este sentido nunca es completo para nadie, y este fracaso es bueno, porque así la herida llama la atención sobre sí misma, del mismo modo que una piedra en el zapato no te dejará en paz hasta que concentres tu atención sobre ella.
Curarse las heridas es pertinente. Hay tratamientos para todas las heridas, y debemos cuidar de las heridas que podemos atender. Mientras abordamos las heridas físicas, emocionales o mentales, pasamos por alto eso que por su naturaleza es puro, libre y está en paz. La verdad ya está aquí, independientemente del estado de tu cuerpo, de tus emociones, de tu mente, o de tus circunstancias.
Dejar de escapar
Cuando tomas la decisión de rendirte, de dejar de intentar escaparte, entonces, sin necesidad de someterte a disyuntiva alguna, con elegancia y sin esfuerzo, el tesoro de tu ser se revela a sí mismo como tu verdadera identidad. Entonces puedes celebrar la curación de cualquier herida que tenga que ser curada, y llorar por las restantes. En medio de la celebración y del lamento, puedes descansar en la verdad que siempre está presente.
Lo que sugiero es que saltes profundamente al núcleo de tu ser. Sé que la experiencia de la herida puede generar la sensación de que lo que hay en el núcleo de tu ser es realmente horrible. Pero yo he vivido la incomparable experiencia de conocer a una gran cantidad de gente con heridas profundas, desde psicosis hasta las habituales neurosis con las que tenemos que lidiar la mayoría de nosotros. Y nunca he conocido a nadie que, cuando estaba dispuesto a decir realmente la verdad y afrontar su propio sufrimiento, no encontrara finalmente la belleza y la paz esencial.
Entra
Hay un tesoro que es la verdad de tu ser y te está diciendo: «Entra». Tal vez, como ha estado escondido durante tanto tiempo, crees que es algo oscuro, feo y prohibido, y has recibido mucho apoyo para no mirarlo directamente. De hecho, todo tu proceso de socialización ha consistido en no mirarlo directamente. Pero, por fortuna, mediante el poder de la elección, puedes dejar a un lado toda esa socialización y reconocer que sientes un gran anhelo por saber quién eres. Qué maravillosa oportunidad tenemos todos de darnos apoyo mutuo en este proceso de descubrimiento divino, inimaginable, interminable. Esta posibilidad es sagrada.
Gangaji
Podemos ayudarte
No te diremos lo que tienes que hacer. No presionamos, ni aconsejamos, ni recomendamos. Exploraremos juntos, haremos preguntas, te ofreceremos interpretaciones que tal vez puedan sorprenderte. Desafíaremos respetuosamente tus modelos mentales para que desarrolles una nueva mirada que te permita descubrir nuevas acciones y posibilidades. Y te acompañaremos en el diseño de acciones que te faciliten el logro de los resultados que tanto buscas y tanto te mereces.