Rendirse al amor
Mucha gente tiene problemas con la palabra amor. El amor, tal como lo hemos conocido la mayoría de nosotros, puede ser sentimental, potencialmente caótico, y sin duda escapa a nuestro control. Y, sin embargo, lo que anhelamos es amor.
El amor no es una persona. Amor es el alma individual, colectiva y universal. Conocerte a ti mismo, rendirte a la verdad de ti mismo, es rendirte al amor. Mucha gente tiene conciencia de sus resistencias, y quieren rendirse, pero no saben cómo. La única barrera real a la rendición es no ver la historia que te cuentas a ti mismo sobre los peligros de rendirlo todo al amor. Y en la medida en que evitas rendirlo todo al amor, sufres. La medida en que intentas conservar la historia de quien crees ser es la medida en que te sientes aislado del amor.
Mientras no repares en este sentimiento: «Quiero la verdad, que es amor, más que ninguna cosa», te experimentarás como separado del amor. El amor es constante. El amor no es un aspecto de la verdad. La Verdad, Dios y el yo son aspectos del amor.
El corazón roto
¿Qué es lo peor que podría ocurrirte si te rindes al amor? Parece que lo que más miedo nos da es que nos rompan el corazón. Sin embargo, la resistencia misma a que se nos rompa el corazón es el corazón roto. La tragedia y la paradoja es que, para evitar que nos rompan el corazón, vivimos con el corazón roto. Cuando estás dispuesto a que te rompan el corazón un millón, un trillón, un quintillón de veces, entonces se revela el verdadero amor.
Deja que el mundo entero te rompa el corazón en cada instante de lo que te queda de vida. Entonces podrás vivir una vida de servicio al amor. Esto no significa aferrarse a relaciones abusivas, sino ser fiel a lo que siempre te es fiel a ti, y eso es el amor. Cualquier otra cosa es una historia. Si nunca investigas la historia, vivirás toda la vida suponiendo que es real, y que tu corazón, tu alma y tu amor necesitan ser protegidos. Pero en realidad esa suposición es una negación de tu corazón, de tu alma, de tu amor. Es una negación del autoamor.
El amor sigue aquí
La buena nueva es que el amor es libre y no se ha ido a ninguna parte. En todos los eones que llevas escondiéndote del amor, el amor ha seguido aquí…; aún sigue abierto, aún sigue esperando a que te comprometas, aún sigue esperando a que digas: «Sí, entrego mi vida a la verdad del amor. Hago voto de dejar que el amor viva esta vida como quiera, para bien o para mal».
El amor que buscas por doquier ya está presente dentro de ti. Puede ser evocado por una serie de personas o eventos. Una montaña puede evocar ese amor. Un atardecer puede evocar este amor. Pero, finalmente, debes darte cuenta de que eres este amor. La fuente de todo amor está dentro de ti.
Gangaji
Podemos ayudarte
¿Deseas enfrentarte y vencer las resistencias que te están impidiendo colocar el amor en el centro de tu Vida? ¿Quieres poner todo tu Ser a trabajar a favor de tí y de tus sueños? Podemos ayudarte. Hoy es un día perfecto para empezar. Te acompañamos en ese camino apasionante.