Cuando sueñas
Cuando sueñas por la noche, tu sueño tiene un principio, un desarrollo y un final. En el momento parece real, pero cuando despiertas sabes que sólo era un sueño. Asimismo puedes despertar del sueño de la vida. Puedes despertar antes de que acabe tu historia, puesto que, finalmente, todas las historias acaban. Al despertar dentro de la historia se le llama “sueño lúcido” o “sueño claro”. Normalmente, despiertas por la mañana y retomas la historia de quien eres.
Puede que hagas alguna práctica de meditación, pero la verdadera práctica es la historia continuada de quien eres. La energía y la emoción que la historia genera da lugar a infinitas permutaciones de frustración, deleite, dolor o placer, todo ello girando en torno a esta práctica de “mi” historia.
Historia personal
Contar su historia personal es la religión fundamental de la mayoría de la gente de este planeta. La historia personal se localiza en un cuerpo, en una tribu, en una nación, en una religión, un “nosotros”. Por eso el planeta está en guerras constantes, y por eso es posible que estés en una guerra constante contigo mismo. Si puedes reconocer cuál es tu historia, entonces tu conciencia será mayor que tu inconsciencia. Puedes ver cuál es tu historia y dejar de confundirla con la realidad.
Tú no eres tu historia
La auténtica posibilidad radica en reconocer que todas nuestras historias, por complejas y multifacéticas que sean, por más hondamente implantadas que estén en nuestra estructura genética, sólo son historias. Tu verdadera identidad no es una historia. La inmensidad y la cercanía de esa verdad precede a todas las historias. Cuando pases por alto la verdad de quien eres por ser fiel a alguna historia, pierdes una preciosa oportunidad de autorreconocimiento.
Como medio de exponer tu propia historia particular, puedes preguntarte, honesta y directamente, ¿Cuál es mi historia? La finalidad de la historia no es poder librarte de ella o creértela. El propósito es que veas qué historias cuentas sobre quién crees ser, o quién crees que debería ser. Cualquiera que sea tu respuesta, ¿puedes admitir la posibilidad de que todo ello no sea más que una historia? No es correcta ni equivocada; simplemente no es real.
Experimenta la posibilidad de su irrealidad. Deja que tu conciencia vuelva a caer en el espacio donde no hay historias, donde no hay pensamiento. Si surge un pensamiento limítate a observar cómo pasa. No es correcto ni equivocado. Sólo es un pensamiento; no tiene nada que ver con la verdad esencial de quien eres.
Podemos ayudarte
No te diremos lo que tienes que hacer. No presionamos, ni aconsejamos, ni recomendamos. Exploraremos juntos, haremos preguntas, te ofreceremos interpretaciones que tal vez puedan sorprenderte. Desafíaremos respetuosamente tus modelos mentales para que desarrolles una nueva mirada que te permita descubrir nuevas acciones y posibilidades. Y te acompañaremos en el diseño de acciones que te faciliten el logro de los resultados que tanto buscas y tanto te mereces.