Consciencia del futuro
Este ejercicio es una variación del anterior. Cambia únicamente la materia sobre la que versa. Aquí atendemos a los acontecimientos futuros, no a los pasados. Este ejercicio es más adecuado para las mañanas. El anterior lo era para las noches.
Arrancando del momento presente, recorre los acontecimientos del día que tienes ante ti, acontecimientos que puedan suceder con alguna probabilidad…
Naturalmente, no puedes estar seguro de que sucedan, pero selecciona aquellos que, probablemente, ocurrirán: una entrevista con alguien, las comidas, tu tiempo de meditación, la ida al trabajo y el regreso de él…
Observa cada uno de estos acontecimientos tal como ocurrirán probablemente… No intentes corregirlos o cambiarlos. Limítate a mirar. Confórmate con observar… Siguiente paso: Recorre, una vez más, cada uno de esos acontecimientos y mira tu comportamiento (pensamientos, sentimientos, reacciones) ideal, tal como querrías que fuese. Por favor, ¡no tomes resolución alguna! Limítate a verte con la imaginación tal como desearías comportarte…
Mira, después, esos acontecimientos tal como te gustaría que fuesen…
Retorna al momento presente …
Otra variante
Piensa por un momento que eres una manifestación de Dios al mundo. Dios se aparece a todas las personas que encuentres a lo largo del día. Se esconde en tu forma y figura…
Ahora recorre los acontecimientos futuros… Y mira esta manifestación de Dios en acción… ¡No condenes ni juzgues! Y, sobre todo, no tomes decisión alguna. Limítate a mirar. Confórmate con ver los acontecimientos tal como es probable que sucedan. O como quisieras tú que ocurriesen…
Anthony de Mello
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