El precio de tu libertad
El precio de la libertad es tu valor y tu humildad al enfrentar lo que hay dentro de ti. Cuando hayas dado todos los pasos necesarios, verás que la victoria de la libertad es una alegría tal que no importa lo que suceda afuera de ti mismo, nada podrá entorpecer tu felicidad. Más aún, puedes estar seguro de que las creencias infundadas que no disuelvas en esta vida tendrán que ser disueltas en una futura.
Esto no debe ser tomado como una amenaza; es sólo una consecuencia lógica. Y ¿cómo puede ser algo una amenaza cuando está abocado a liberarte de tus cadenas? Mientras más pronto encuentres tus creencias infundadas por tu propia voluntad, más fácil será tu liberación.
Eso lo puedes creer con toda seguridad
El precio de tu libertad es tu paciencia. Encontrar, comprender y disolver una creencia infundada sobre ti mismo o sobre tu realidad es un proceso largo. Incluso después de que la hayas comprendido, la reeducación de las corrientes emocionales y de las reacciones que han sido condicionadas por tanto tiempo en una dirección toma tiempo, esfuerzo y paciencia.
Puedes rebelarte en contra de la infelicidad, pero cuando te das cuenta de que la causa no es Dios ni ningún destino sino tú mismo, entonces tu rebelión puede enfocarse hacia ti mismo y hacerte impaciente. Con ese tipo de corrientes nunca tendrás éxito para encontrar y disolver tu creencia; debes estar con la mente tranquila, y ese estado mental sólo puede ser tuyo si entiendes y aceptas las dimensiones de la búsqueda.
No te acerques a tu subconsciente con una actitud moralista
Al buscar tus creencias infundadas, no te acerques a tu subconsciente con una actitud moralista. A tu subconsciente no le gusta eso y podría resistirse. Se peleará contigo haciendo más difícil que tu voluntad consciente se entienda con él.
Empieza pensando sobre tus heridas, conflictos y problemas. Considera que tus actitudes internas equivocadas son fruto de la ignorancia y el error. De hecho, ¡eso son los defectos!
Empieza pensando en tu idiosincrasia, tus prejuicios, tus emociones tensas en ciertos campos de la vida. Piensa en cómo reaccionas emocionalmente ante ciertas cosas y cómo y cuándo esas reacciones se repiten en un patrón a lo largo de tu vida. Revisa tus decepciones que aparentemente no tienen nada que ver con tus acciones o tus reacciones.
Después, cuando ya reconozcas un patrón de cierta regularidad, podrás ver la conexión que tiene con tu propia actitud interior y que hasta ese momento escapaba a tu conciencia.
Piensa en su importancia, su significado, su efecto sobre ti y sobre los demás…
El precio de tu libertad es, por ello, plegaria profunda y meditación. Cuando hablo de plegaria profunda o de meditación o bien de pensamiento profundo me refiero a que tomes todo lo que has descubierto acerca de esas reacciones escondidas o reprimidas —ya sea que se relacionen con tendencias que se repiten o que descubras reacciones muy diferentes de las que conoces en tu exterior— y piensa en su importancia, su significado, su efecto sobre ti y sobre los demás. Compáralas con la ley espiritual tal como tú la entiendes; piensa en esto, tanto desde un punto de vista espiritual como desde un punto de vista práctico.
Eva Pierrakos & Donovan Thesenga