El sufrimiento os ofrece la posibilidad de trabajar con él y transformarlo. Sin él, jamás habríais llegado a descubrir que oculto en la naturaleza y las profundidades del sufrimiento hay un tesoro de dicha. Los momentos en que padecéis el sufrimiento pueden ser precisamente aquellos en los que estáis más abiertos, y allí donde sois sumamente vulnerables puede ser en realidad el lugar donde yace vuestra mayor fuerza.
Por consiguiente, deciros lo siguiente: «No huiré de este sufrimiento. Quiero utilizarlo de la mejor manera posible para aí volverme más compasivo y más capaz de ayudar a los demás». El dolor, después de todo, puede enseñarnos mucho sobre la compasión. Si sufrís, sabréis qué sienten los demás cuando sufren. Y si estáis en situación de ayudar a otros, por medio del propio sufrimiento hallaréis la comprensión y la compasión necesarias para hacerlo.
Así pues, hagáis lo que hagáis, no suprimáis vuestro dolor; aceptadlo y sed vulnerables. Por desesperados que lleguéis a sentiros, aceptad vuestro dolor tal como es, porque en realidad está intentando haceros un regalo inapreciable: la posibilidad de descubrir, por medio de la práctica espiritual, lo que hay más allá del dolor. «La aflición puede sr el jardín de la compasión», escribió Rumi. Si mantenéis vuestro corazón abierto en todo momento, el dolor puede llegar a ser vuestro mayor aliado en vuestra búsqueda vital de amor y sabiduría.
Sogyal Rimpoché
Si deseas enfrentarte a tu dolor y descubrir lo que hay más allá del sufrimiento, si sientes que necesitas por encima de todo mantener el corazón abierto y volver a poner todo tu Ser a trabajar a favor de tí y de la Vida, podemos ayudarte. Hoy es un día perfecto para empezar. Te acompañamos en ese camino apasionante.