Profundo, lento
Ahora, me gustaría practicar “profundo, lento”. Entonces, tomo otro guijarro. Lo miro. Lo pongo en mi mano izquierda y comienzo a practicar. “Profundo, lento”. Se ha vuelto más profundo por sí mismo, no tienen que hacerlo más profundo. Se ha vuelto más profundo por sí mismo solo porque ya han practicado tres veces “adentro, afuera”. Esta es la razón por la cual su respiración se vuelve más profunda naturalmente, y más lenta. Practiquemos juntos “profundo, lentito”, tres veces. “Profundo, lento” (pausa para tres respiraciones). Bien, hemos terminado con “profundo, lento”. Levantamos el guijarro y lo colocamos a nuestro lado derecho.
Calma, tranquilidad
Ahora practicamos la tercera línea: “calma, tranquilidad”. Esto significa “inhalando, siento calma. Exhalando, siento que tomo todo con tranquilidad”.
Este ejercicio es maravilloso para practicar, especialmente cuando están nerviosos, cuando están enojados, cuando no sienten paz en ustedes. ¡Rápido, rápido! Deben volver a su inhalación y exhalación y practicar “calma, tranquilidad”.
Este es un ejercicio dado por el mismo Buddha en un sutra llamado Ânâpânasati Sutra, el “Sutra de la respiración conciente”. “Inhalando, calmo las formaciones mentales en mi. Exhalando, dejo ir”. Dejo ir mi ira. Calmo mi ira, calmo mis preocupaciones, calmo mis celos. Y dejo ir mi ira, dejo ir mis celos. Creo que los adultos tienen que practicar junto a los niños. Cada vez que el niño está enojado entonces su madre o su padre deberían tomar su mano e invitarlo a practicar. “Calma, tranquilidad”. “Vamos, juntos, practiquemos calma y tranquilidad. Inhalando, me calmo, exhalando, dejo ir”, al menos tres veces y se sentirán mucho mejor.
Pueden comenzar directamente con “Calma, tranquilidad”, o podrían comenzar de un modo clásico con “Adentro, afuera”, y luego “Profundo, lento”, y finalmente “Calma, tranquilidad”. De cualquier modo está bien. El Buddhadharma es maravilloso. El momento en que tomas el dharma y practicas comienzas a sentirte mejor justo en ese momento. Y a medida que continúas la práctica, tu calidad de ser siempre sigue mejorando.
Les propongo practicar tres veces “Calma, tranquilidad” pero nadie les impide practicar más que eso: cuatro veces, cinco, seis veces, si quieren. Creo que les gustará porque los hace sufrir menos. Y si pueden practicar ocho veces, diez veces, se sentirán mucho mejor. “Calma, tranquilidad”.
Thich Nhat Hanh
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