Apertura de Muladhara, el primer chakra
La práctica de yoga y meditación con regularidad contribuye a la apertura y activación de todos nuestros centros energéticos. Te proponemos algunos ejercicios sencillos que pueden ayudarte a equilibrar la energía del primer chakra:
Preparación de la meditación
Busca un lugar y un momento tranquilo.
Si te gusta, enciende una varita de incienso. En el caso de Muladhara, los inciensos más adecuados son el jazmín y el sándalo.
Busca un objeto rojo o haz un dibujo sobre un papel blanco con un círculo rojo en el centro, y colócalo sobre el suelo a una distancia que te permita verlo con comodidad. El dibujo que acompaña esta entrada también puede ser muy adecuado.
Siéntate a meditar en la postura que suelas hacerlo (la posición del loto está especialmente indicada, pero no te agobies si no puedes alcanzar esta posición con comodidad). Coloca la espalda recta, mete los riñones, elimina la tensión de tus hombros, relájate y respira con naturalidad.
Meditación en Muladhara
Una vez tu cuerpo esté relajado, la espalda recta, pon tu atención en el objeto o el dibujo rojo y establece hasta que lograr que se normalice el siguiente ritmo de respiración consciente: inhala en seis tiempos, retén el aire en dos tiempos, y exhala en ocho.
Haz respiraciones completas, llenando de aire tu cavidad abdominal y tu cavidad torácica.
Mientras respiras por la nariz, pon atención al aroma del incienso, y siente que, junto con el oxígeno, llega hasta Muladhara.
El cuerpo permanece inmóvil, a excepción de los músculos que trabajan en la respiración y en el pestañeo. Tu mente está atenta a tu respiración y al objeto / dibujo. Cuando te descubres pensando en cualquier otra cosa vuelve a rehacer la postura y a fijar tu atención en los puntos señalados.
Una vez sientas que tu cuerpo y tu mente se han aquietado, empieza a repetir mentalmente (o vocalmente si se desea) la sílaba LAM. Escucha y siente su vibración.
Al cabo de un tiempo, cuando la retina se haya impregnado con el color rojo del objeto / dibujo, cierra los ojos y visualiza un triángulo rojo e incandescente dentro de tu cuerpo, unos cuatro dedos por encima del perineo. Siente cómo va cobrando cada vez más calor y más brillo, vibrando en simpatía con la sílaba LAM.
Visualiza que el vértice superior de ese triángulo se estira hacia arriba apenas dos o tres centímetros e imagina que sube por el interior de la columna vertebral.
Pregúntate
Hazte las siguientes preguntas y experimenta cómo te sientes con las respuestas que llegan desde tu interior:
¿Necesito realmente todo lo que tengo?
¿Qué me falta?
¿Qué me sobra?
Texto adaptado a partir de los trabajos para la apertura y activación del primer chakra que propone Juan Echenique en su libro: Chakras. Ed. Libsa. Alcobendas (Madrid), 2016.
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