Aceptación de lo que es
Puede ser útil abandonar la idea de que Dios está un tanto desbordado y que para arreglar las cosas necesita de tu ayuda e implicación, o de la del sabio.
Lo Que Es no puede ser más que el perfecto despliegue que acaece en la Conciencia
Y si se requiere de algún ajuste para mantener el equilibrio cósmico, «alguien», quizá «tú», se sentirá irresistiblemente motivado a ejecutar una acción que servirá a ese propósito. Y eso será también el perfecto despliegue. Solo que no debes tomártelo personalmente.
Dada la limitada perspectiva que alcanzan a percibir estos instrumentos cuerpo/mente ubicados en este pequeño rincón del universo, no es sorprendente que algunos eventos les resulten poco atractivos.
Debido a su programación y condicionamiento y a su situación global, habrá muchos aspectos de lo que llamamos vida que de hecho les parecerán extremadamente desagradables, horrorosos y francamente inaceptables.
No es que desde la perspectiva del despertar no haya eventos así; de hecho, sigue habiéndolos, solo que de alguna manera, de un modo que resulta incomprensible para las mentes humanas, se sabe que forman parte del equilibrio global y del perfecto despliegue, y como tales son aceptados.
En esto consiste la «aceptación de lo que es» de la que hablan los sabios.
No es que las cosas horribles y dolorosas que suceden en la vida parezcan menos horribles y dolorosas con el despertar. De hecho, la percepción suele estar más agudizada en ese estado. Pero la totalidad se ve entonces desde una perspectiva distinta que hace irrelevante la cuestión. La idea de que hay algo erróneo, algo que necesita arreglo, de que «alguien tiene que hacer algo al respecto», es parte integral de la «divina hipnosis» del samsara.
Al igual que ocurre con tantas otras cuestiones y problemas, no es que el despertar los resuelva, es que simplemente los disuelve.
Con la creencia en el actor/entidad individual, los problemas nunca cesan. Cuando se ve que la naturaleza del individuo es ilusoria, los problemas nunca surgen.
David Carse