Pon la mente en el papel
El primer paso consiste en escribir tus juicios sobre cualquier situación estresante de tu vida pasada, presente o futura: una persona que te desagrada o te preocupa, una situación que te provoca enfado, miedo o tristeza, o alguien ante quien sientes ambivalencia o confusión. Escribe tus juicios tal como los piensas.
Ese 1 por ciento
Durante miles de años, nos han enseñado a no juzgar; pero, seamos sinceros, de todos modos lo hacemos sin parar. La verdad es que todos tenemos siempre juicios en la cabeza. Al ponerlos en el papel tal vez descubramos que es posible enfrentarse incluso a los pensamientos más desagradables con un amor incondicional. Te animo a que escribas sobre alguien a quien no hayas perdonado totalmente. Este es el lugar más eficaz por dónde empezar. Aun cuando hayas perdonado a esa persona en un 99 por ciento, no serás libre hasta que tu perdón sea completo. Ese 1 por ciento que no has perdonado es precisamente el lugar en el que te has atascado con el resto de tus relaciones (incluida la relación contigo mismo).
Si empiezas por dirigir el dedo acusador hacia fuera, entonces el centro de atención no recaerá en ti. Sencillamente te soltarás sin censurarte. Con frecuencia estamos bastante seguros sobre lo que otras personas necesitan hacer, cómo debieran vivir y con quién debieran estar. Cuando se trata de otras personas, tenemos una visión clara, pero no sucede lo mismo con nosotros mismos. Al poner tus juicios en una hoja de papel comprendes quién eres, porque ves quiénes crees que otras personas son. Con el tiempo, llegas a ver que todo lo que está fuera de ti es un reflejo de tu propio pensamiento.
Eres el proyector de todas las historias
Eres el narrador de la historia, el proyector de todas las historias, y el mundo es la imagen proyectada de tus pensamientos.
Desde el principio de los tiempos, la gente ha intentado cambiar el mundo a fin de ser feliz. Esto nunca ha funcionado porque aborda el problema en el orden contrario. Te estoy explicando un medio para cambiar el proyector -la mente- en lugar de lo proyectado. Es como cuando hay un fragmento de polvo en la lente de un proyector. Creemos que hay una imperfección en la pantalla e intentamos cambiar a quienquiera que sea sobre quien recaiga la imperfección. Pero intentar cambiar las imágenes proyectadas constituye un esfuerzo fútil. Una vez que comprendemos dónde está la mota de polvo, podemos limpiar la lente. Esto constituye el fin del sufrimiento y el principio de la dicha en el paraíso.
Byron Katie
Podemos ayudarte
¿Deseas limpiar sensaciones de culpa y preocupación? ¿Necesitas aprender las lecciones del pasado y establecer nuevos retos y objetivos? Si de una vez por todas has decidido poner todo tu Ser a favor de tí y de tus sueños, podemos ayudarte. Hoy es un día perfecto para empezar. Te acompañamos en ese camino apasionante.