Cuando no puedas disfrutar haciendo una cosa, al menos puedes aceptar que eso es lo que tienes que hacer. Aceptación significa: por ahora, esto es lo que esta situación, este momento, exige que yo haga, y lo haré de buena gana. Es importante aceptar interiormente lo que ocurre, y la aceptación de lo que tienes que hacer no es más que otro aspecto de lo mismo.
Por ejemplo, probablemente no serás capaz de disfrutar cambiando un neumático pinchado en plena noche y bajo un aguacero, y no hablemos de entusiasmarte con ello; pero puedes hacerlo con aceptación. Realizar una acción en estado de aceptación significa estar en paz mientras lo haces. Esa paz es una sutil vibración de energía que fluye en lo que haces. En la superficie, la aceptación parece un estado pasivo, pero en realidad es activo y creativo porque trae algo completamente nuevo a este mundo. Esa paz, esa sutil vibración de energía, es la consciencia, y una de las maneras de penetrar en este mundo es mediante la acción entregada, uno de cuyos aspectos es la aceptación.
Si no puedes disfrutar con lo que haces, lo mejor es dejar de hacerlo. De lo contrario no estás asumiendo la responsabilidad de la única cosa de la que puedes ser realmente responsable, que además es la única cosa que de verdad importa: tu estado de consciencia. Y si no asumes la responsabilidad de tu estado de consciencia, no estás asumiendo la responsabilidad de tu vida.
Eckhart Tolle
Si deseas sentirte en paz con la vida, si quieres aprender a aceptar tu realidad, por difícil que parezca, y convertir los obstáculos que aparentemente te están impidiendo desplegar tus velas en el motor de la evolución de tu consciencia, podemos ayudarte. Hoy es un día perfecto para empezar. Te acompañamos en ese camino apasionante.
