Miedo, existencia y muerte
La muerte no causa ningún daño, lo que causa el daño es el miedo a la muerte
La muerte no produce dolor; el miedo es doloroso. Estar en conflicto produce ansiedad, que es la hermana de sangre del miedo, la inseguridad y la inadecuación. El miedo no debe controlarse ni aniquilarse, porque esos intentos solo acaban en inhibiciones y represiones. Cuánto más tratas de controlar algo con la mente consciente, más fuerte se hace.
El miedo solo viene de los recuerdos y de la memoria, porque proyectando el pasado tenemos miedo del futuro
”¿Qué me va a pasar?”. Olvidamos estar en el presente. Cuando estamos en el presente no tenemos miedo, porque solo dan miedo los recuerdos. La forma de liberarse del miedo es estar totalmente absorto en lo que uno hace, porque el miedo no está nunca en el presente. Volverse intrépido, sin miedo, es un proceso instantáneo: es el proceso mediante el cual uno se centra en sí mismo en este mismo momento.
Tenemos que aprender a vivir con el miedo. ¿Cómo? Solo hay una respuesta: alcanzando la quietud interna de la mente. Si observas el proceso de lo que está sucediendo en tu mente para crear la sensación de miedo, entonces todo tu miedo se desvanecerá automáticamente.
Uno de nuestros miedos básicos, el que está detrás de todos los miedos, es la pérdida de la individualidad, la pérdida del yo
El ser humano ha asumido la idea de que: “yo soy el cuerpo, yo soy la mente, yo hago esto, yo hago eso”. ¡Cuánta alegría se pierde en la vida porque no queremos cambiar esa idea absurda¡ De lo que te tienes que dar cuenta es de que al perder esa falsa sensación de individualidad y asumir la universalidad de lo que realmente Eres, te haces dueño del universo. Tú y el Hacedor os hacéis Uno.
Cuando sientas miedo, prueba decir:” Yo no estoy solo
Cogido de tu mano camina el Absoluto. No estoy solo, ¿qué o quién me puede hacer daño?”. Cuando nos damos cuenta de esto y lo afirmamos ante nosotros mismos, cuando lo sentimos dentro de cada hueso y de cada gota de sangre en nuestros cuerpos, todo se vuelve una oportunidad. No hace falta crearla, está ahí. Oportunidad es belleza y hemos recibido el regalo de la mayor oportunidad de la vida: ser capaces de vivir cogidos de la mano con el Hacedor, con Dios, con el Absoluto.
Da un salto
La cosa más grande que puede conseguirse en esta vida no es siempre tener cuidado al dar un paso, sino proponernos dar un salto. Las cosas más grandes creadas en este mundo (de los puentes más fantásticos al rascacielos más alto) existen porque una persona estuvo dispuesta a dar el salto. No tener miedo es tener fe en uno mismo, tener fe en uno mismo significa tener fe en la Divinidad, porque el ser humano es Divino.
Existencia y muerte
Cuando una chispa salta del fuego, piensa:”¡Oh, mira qué larga existencia la mía!”. Pero en un abrir y cerrar de ojos se convierte en ceniza y cae otra vez al fuego.
Aquí en la tierra el sistema humano tiene tres partes: el cuerpo físico, el cuerpo sutil (que es el mental) y el cuerpo espiritual, que les da poder a todos ¿Qué le ocurre a una persona cuando muere? En el otro plano funcionamos en dos aspectos: mente y espíritu, sin el cuerpo.
En la muerte nos deshacemos del cuerpo físico, de modo que lo que nos queda es el cuerpo sutil o mental, que continúa recibiendo el poder o la energía del cuerpo espiritual
El cuerpo sutil es el depositario de todas las experiencias que hemos adquirido hasta el momento de la partida. Hasta el momento de dejar el cuerpo físico, el sutil ha adquirido y retenido todas las experiencias, no solo de esta vida, sino de todas las vidas que la persona pueda haber vivido desde el átomo primordial. En el estado sutil de muerte permaneces estático. Haces una evaluación de lo que fue tu existencia en el plano físico, pero no hay evolución ni progreso. Para que una entidad progrese necesita sus tres aspectos: físico, mental y espiritual. Por eso nuestros cuerpos físicos son necesarios.
En esta escuela de la vida atravesamos un proceso hacia un mayor refinamiento. De la misma manera, también el cuerpo mental atraviesa un proceso de refinamiento en la otra dimensión
Cuando vivimos eso que llamamos muerte dejamos este cuerpo físico vemos toda nuestra vida frente a nosotros: comienza la evaluación. La evaluación siempre será un 100% exacta porque en ese plano estamos muy cercanos al ser espiritual: nuestra mente o cuerpo mental se unifica tanto con la mente universal que en esa dimensión – sin perder nuestra individualidad – tenemos una visión panorámica de la totalidad. ¡Por eso es agradable morir!
El trabajo del cuerpo sutil es liberarse de toda suciedad
Cuando el Ser espiritual – la verdadera identidad del hombre y su verdadera eternidad – puede brillar en la gloria más completa, entonces el cristal (el cuerpo mental) también se hace innecesario, pues se funde en esa bella luz Divina que se irradia en toda su pureza.
Por lo tanto, el propósito de la evaluación que hacemos en la otra dimensión es encontrar cómo limpiar la suciedad de nuestro cuerpo sutil preguntando: ¿cuál es la mejor manera de hacerlo? ¿Cuál es el mejor contexto posible para la lección en particular que tengo que aprender? ¿Qué tipo de apariencia debo tomar? ¿Qué padres serán los mejores y más compatibles para nacer por medio de ellos?
Las experiencias que podemos tener después de la muerte pueden condicionarse ahora
Las cosas que yo enseño son útiles, no solo para esta vida, sino que os ayudarán cuando muráis, porque las experiencias que podéis tener después de la muerte pueden condicionarse ahora. El cielo y el infierno se pueden crear en el otro reino según tus concepciones y tus ideas. Seguid creyendo que os vais a quemar en los fuegos del Infierno, y os quemaréis; seguid creyendo que el otro lado va ser alegría y el mismo condicionamiento mental que estáis atravesando lo hará alegre.
Estarás muerto mientras no sepas lo que es la Vida
Si te familiarizadas, a través de tus prácticas espirituales y de meditación, con las capas más sutiles de la mente, cuando te vayas de este mundo estarás familiarizado con esas regiones porque las habrás experimentado aquí y ahora en lo físico. Cuando te vayas dirás: ”¿realmente me he ido? es todo tan familiar… “ y eso quita la picadura, llamada dolor, de la muerte.
En la muerte tu viaje comienza
¡Es muy divertido! Es muy bello. En la muerte un nuevo viaje comienza. En ese estado sutil nuestro cuerpo mental, al estar más cerca del cuerpo espiritual, experimenta una mayor alegría porque está más cercano al Ser que todo lo impregna. Por lo tanto, la muerte es algo de lo que nunca hay que tener miedo.
Texto elaborado a partir de las enseñanzas de Gururaj Ananda Yogi