Amor

Amor

Realmente no es que el amor haga girar al mundo: hace el viaje interesante.

¿Qué es amor? En una sola frase, el amor es la Divinidad en tu interior.

Cuando una persona realmente se conoce a sí misma, cuando puede bucear y descubrir el amor en su interior, solo entonces puede proyectar ese amor a otra persona.

Atravesamos diversas facetas del amor hasta alcanzar el amor Divino, que es nuestro. Nacemos con él, pero debido a las limitaciones de nuestra mente y nuestro corazón, no podemos expresarlo. Cuando se limpian las telarañas de la mente, según se abre el corazón cerrado, la divinidad del amor empezará a brillar a su través y continuará hasta que pueda brillar completamente.

El amor no nace ni es creado

El amor es un mundo de existencia en sí mismo. Para conocer esta existencia hace falta un sacrificio total y la entrega de uno mismo al gran Yo que está en nuestro interior. La belleza está en que, mientras probamos la interioridad, también apreciamos la exterioridad.

Para ser capaz de amar verdaderamente, para ser capaz de amar totalmente, tienes que encontrar primero la totalidad en tu interior, porque el amor es una expresión de lo que uno es.

¿Qué es el verdadero amor? ¿Se puede cultivar el amor? No, nunca. El amor es un acontecimiento, es como la fragancia de una flor. La flor no transmite la fragancia de forma consciente. Es la naturaleza de la flor dar fragancia, y esa fragancia es amor, la naturaleza del fuego es dar calor y el calor, dado espontáneamente por el fuego, es amor. No cultivamos el amor, cultivamos las cualidades de nuestro interior que hacen que venga el amor. En otras palabras, todo es una preparación para la venida del amor.

Una persona buena tiene amor de forma natural; tiene compasión y solidaridad en su corazón. Tiene el ímpetu de querer ser siempre buena.

El amor puede quedar atrapado entre murallas. ¡Derribad las murallas!

La meditación y las prácticas espirituales son los medios más seguros para derrumbar las murallas y abrir el corazón de forma que pueda fluir en su propia gloria divina.

¡Cada uno de nosotros puede hacerlo!

Amar real y sinceramente a un enemigo cambiará a ese enemigo.

Yo prefiero que alguien me ame a que me racionalice. ¿Cuál es mejor? ¿Cuál está más lleno de alegría?

Cuando hacemos todo lo posible por vivir una vida buena, muchas cosas suceden. Cuando realizamos la acción correcta, se genera amor. En la acción correcta hay tanto amor, que nuestra acción se vuelve dedicación, y esa dedicación se vuelve ofrenda, y esa ofrenda no es otra cosa que devoción y amor.

Hay cierta verdad en el dicho de que el amor es ciego, porque el verdadero amor no conoce el análisis

El amor no sabe nada ni de la química física ni de la química mental, sino que es una cualidad interna que brilla.

Comprender no requiere análisis. El análisis solo puede traer conocimiento adquirido, que es muy diferente del conocimiento interior: el conocimiento interior es sabiduría. El amor siempre se expresa en la sabiduría que florece del interior, por sí misma, para su propia gloria. Eso es amor.

El secreto de ser capaz de amar está en perderse a uno mismo totalmente. Dejamos de pensar: “Yo soy el centro del universo”. No yo, sino Tú: eso es saber lo que es el amor. Cuando llega esa paz que sobrepasa toda comprensión, todo análisis y toda racionalización, entonces comienzas a saber lo que es el amor. Por tanto, el pre-requisito del amor es ser capaz de abandonarse.

El secreto de la felicidad no está en tener pertenencias, sino en pertenecer

Hay varios niveles de amor, desde el más denso al nivel espiritual más alto. Uno puede amar de una forma muy limitada por medios puramente físicos y uno puede amar de forma superior, aun cuando están involucrados la mente y el cuerpo, pero el nivel más alto es aquél en el que participan la mente, el cuerpo y el espíritu. Esto forma la totalidad del amor.

Solo se puede expresar la totalidad del amor si somos totales. Al conseguir la totalidad del amor, uno ha descubierto el secreto del universo, uno se ha hecho Uno, en unidad con el Universo. Ahí yace la totalidad del amor.

El tipo de amor más frecuente en un 99,9% de las personas es una especie de negocio: ”Yo te doy esto y tú me devuelves eso”. El amor puro no requiere devolución. Cuando un hombre Santo dice que ama al mundo, a la humanidad y a cada criatura, no espera por esto ninguna recompensa, porque, ama por amar, porque el amor en su interior es tan poderoso que se expresa a sí mismo. En otras palabras: no puede evitar amar porque él es amor.

Cuando comienzo a analizar mi amor, el amor cesa

Recordad esto: en el momento en que comienzo analizar mi amor, el amor cesa, porque he llevado el amor al nivel mental y la mente no puede amar, solo puede apreciar la mecánica del amor. El amor es el borboteo del corazón. El corazón siente la cercanía y la unidad donde los latidos de tu corazón sienten espontáneamente los latidos de tu amado. Pero cuando la mente entra y analiza incluso un latido, el corazón deja de palpitar en el fluir del amor. El amor no sabe de análisis.

Es muy fácil decir: ”no juzguéis y no seréis juzgados”, es tan fácil decirlo y tan difícil hacerlo, porque solo puedes dejar de juzgar si puedes amar realmente. El amor nunca juzga, solo ama, solo es.

La mente es limitada, mientras que el amor es ilimitado. Cuando combinamos un mayor desarrollo de la mente con la apertura del corazón, los pocos días que pasamos en este planeta se hacen más alegres y suaves.

Cuando el amor florece en nuestros corazones y nuestra alma comienza a florecer ante el mundo, cumplimos con nuestro destino como seres humanos y el propósito por el cual hemos recibido esta vida. ¡Qué valiosa es esta vida y qué bien puede ser utilizada! Un día, cuando dejemos este mundo, queremos ser capaces de decir: ”¡bien vivida esta vida, bien vivida!”.

¿Qué es lo que enseñamos básicamente? Enseñamos la esencia del ser humano y a eso lo llamamos amor. Esa cualidad es la que mejor expresa la Divinidad

¿Qué es lo que sucede en la mecánica del amor? Que la mente y el corazón se cogen de la mano.

Cuando una persona puede realmente experimentar, realmente apreciar el amor, entonces su vida merece la pena.

La esencia de nuestra enseñanza es el desarrollo de este amor: cómo desplegar el núcleo central de tu ser de forma que no solo expreses, sino que también vivas el amor. El amor está para vivirlo.

Las religiones difieren en sus niveles inferiores, pero el punto de encuentro de todas las religiones, en su nivel más alto, es que Dios es amor y el amor es Dios

El amor es celebración. Todo está celebrando siempre. La flor está celebrando, el árbol está celebrando, la hierba está celebrando. Todo está celebrando, celebrando la gloria de su creación, de su propia manifestación

El hombre no ha nacido para sufrir. El ser humano ha nacido para disfrutar. Es nuestro derecho innato, porque la alegría está nuestro interior. Somos los hijos de la luz, somos la manifestación de esa esencia eterna que solo se puede llamar amor.

Ten por cierto que si hoy eres feliz (o infeliz) mañana serás infeliz (o feliz), o al día siguiente o al otro. El amor está más allá de toda felicidad y de todo dolor, porque la felicidad y el dolor son transitorios.

Si quieres que te amen comienza amando, porque si amas, automáticamente te amarán. Tendrás una fuerza magnética,  tu misma presencia creará una atmósfera de amor.

Te puedes deshacer de toda la Biblia si puedes recordar una sola cosa: Ama a tu prójimo como a ti mismo. Esa es la enseñanza más importante, es la nata o la mantequilla que se extrae de esa inmensa vasija de leche. Pero para amar verdaderamente a tu prójimo como a ti mismo, debes reconocer la unidad entre tú y yo: no hay tú ni yo.

La apertura del espíritu se expresa como el desplegar del amor

Si te quiero hacer feliz, solo puedo hacer una cosa, amarte. Puedo apelar a tu mente lógica, pero eso no es lo que queremos. Nuestra mente se complace en cualquier tipo de cosas. Tu mente estará de acuerdo con una cierta teoría o una proposición filosófica, pero según pasa el tiempo, encontrarás que esa teoría no tiene ningún valor para ti y la cambiarás, porque la mente cambia. El contacto mental tiene un valor muy limitado, el contacto más grande que se puede hacer no es de mente a mente, sino de corazón a corazón.

A medida que profundizamos en nuestras meditaciones y prácticas espirituales, los movimientos del amor se hacen cada vez menores. Entonces conocemos la realidad del amor… la calma.

En cualquier situación tiene que haber “no apego”. Por ejemplo a todos vosotros sentados ahí os amo apasionadamente, profundamente, no podéis medirlo. A pesar de ello no estoy apegado a vosotros, porque no soy yo quien os está amando, es la Divinidad en mi interior, que es una con la Divinidad en vuestro interior. Esa unidad, esa fusión, es amor.

El hombre autorrealizado

La percepción del hombre autorrealizado es de una escala tan vasta que la mente ordinaria no puede comprenderla. Si quieres ver la cima de un árbol debes subirte a la cima de otro árbol, pues desde abajo no tienes la visión adecuada. Para entender realmente a un hombre tal, tenemos que ser totales nosotros mismos. El hombre total tiene tal abundancia de amor y compasión que se extiende a toda la Tierra, se extiende hasta el infinito. Nada puede debilitar ese amor ni esa compasión.

Gururaj Ananda Yogi

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