Relajación. Instrucciones de uso
Busca un lugar tranquilo, siéntate cómodamente, con la espalda recta y los pies apoyados con el suelo, afloja la ropa, el cinturón… si quieres pon una música suave, prueba descalzarte…, y prepárate para comenzar el camino que te permitirá conectar con lo más profundo de ti, para reforzar tu poder personal.
Toma una respiración profunda, retén el aire unos instantes, y al exhalar siente que se relajan todos los músculos de tu cabeza, tu frente, tu cráneo, la nuca, los músculos de la cara; como se aflojan tus pómulos, tus mejillas, tu boca, todos los músculos de la cara y el cuello están muy relajados, sin tensiones, sientes un pequeño cosquilleo, un poquito de calor, sientes cómo la energía de toda tu cabeza, tu cara, tu cuello se destensa, se relaja y fluye.
Ahora tomas otra respiración profunda, retienes, y al exhalar permite que se relajen todos los músculos de tus hombros, la espalda, los omoplatos…, se relajan las vértebras, la columna, tus pulmones, tu pecho, todo el centro de tu cuerpo se relaja, no tiene tensiones, todos tus órganos internos del tronco se relajan, los músculos de la espalda, ya no hay tensiones, sientes un pequeño calor, sientes como la energía de tu estómago, de tu espalda, de tu pecho se mueve y hace que te relajes, que te destensiones, que te aflojes, sientes como tu tronco pesa y cae hacia la tierra. Sientes tu columna derecha, erguida como una antena.
Tomas otra respiración profunda y lenta. Retienes el aire y al exhalar permites que se relajen tus brazos, desde los hombros hasta la punta de los dedos, permites que tus manos se aflojen, los músculos, los ligamentos, tu piel, sientes un pequeño cosquilleo en tus brazos, sientes como caen pesados y se relajan. Ahora la mitad de todo tu cuerpo está relajada desde la coronilla hasta la cintura.
Tomas otra respiración profunda y lenta, cada vez más lenta y cada vez más profunda, porque cada vez estás más relajado. Te relajas y al exhalar el aire permites que toda tu cadera, tu cintura se relaje, sientes como la última vértebra de la columna se relaja, los genitales…
Tomas otra respiración profunda y al exhalar permites que se relajen tus piernas, tus rodillas, tus tobillos, tus pies, se relajan más y más, y cada vez más. Sientes un pequeño cosquilleo, es la energía que fluye y que se mueve desde la cintura hasta la punta de los pies. Sientes tus piernas, tus rodillas, tus pantorrillas, los pies, los dedos de los pies, las plantas de los pies perfectamente relajadas, cayendo suave y libremente, empujados por la gravedad hacia la Tierra.
Ya estás totalmente relajado, totalmente relajada, estás en tu nivel básico de relajación.
…. Disfruta de tu relajación… simplemente presta atención a la sensación maravillosa de respirar, a la sensación de sentir tu corazón latiendo, y la sangre circulando por todo tu cuerpo.
Y cuando quieras abre tus ojos, a tu ritmo, a tu tiempo, despacio, te vas recuperando, te vas haciendo consciente del entorno en el que te encuentras, y así, con esa sensación de paz, con esta conexión, sigue con tu vida…
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