Nada cambia, todo cambia
Después de ocurrir la Realización puede parecer desde fuera que no ha cambiado nada, mientras que desde dentro nada parece igual. Esto también es tan solo una aproximación y no es verdad, pero es el quid de la cuestión.
Esto es lo que significa el proverbio zen: «Antes del despertar, cortar leña y acarrear agua. Tras el despertar, cortar leña y acarrear agua». Cortar leña y acarrear agua eran las ocupaciones cotidianas usuales, básicas y necesarias en la sencilla sociedad agraria en la cual se originó este proverbio.
La cuestión es, sencillamente, que las cosas siguen sucediendo exactamente igual que antes. La vida sigue igual. Adentro hay Comprensión de Lo Que Es, donde antes había un estado de sueño. Pero afuera, el organismo prosigue con su deambular habitual.
¿Y por qué no?
Puede que haya algunos cambios en la rutina del organismo, solo percibidos por los más allegados. Quizá haya una mayor inclinación al silencio y a la soledad, y acaso un menor interés por las actividades o las conversaciones.
Dependiendo del contexto cultural, la impresión general puede ser que el individuo afectado es simplemente un poco más raro.
Pero el funcionamiento natural del organismo continúa siendo muy parecido a como solía.
David Carse