Ho´oponopono

Ho´oponopono

El ho´oponopono proviene de tradiciones indígenas del Pacífico, en general, y de la cultura hawaiana, en particular. Literalmente significa “acertar el paso” o “corregir el error”.

De acuerdo con arcaicas creencias, el error proviene de experiencias dañinas y pensamientos frustrantes desplegados en otras vidas y que se acumulan en la memoria donde almacenamos nuestra existencia –cadena de vidas-. Esta memoria trascendente, incluida la parte de la misma contaminada por tales experiencias y pensamientos faltos de Amor, aflora y se manifiesta en nuestra vida actual, reflejándose y explicando multitud de actos, sucesos y circunstancias que vivimos y nos rodean.

Ante esto, la práctica del ho´oponopono nos enseña a que conscientemente agradezcamos a nuestro Ser profundo las cosas bellas y hermosas que ahora vivimos -cual modo de subrayar y poner en valor la parte (archivos del disco duro) repleta de Amor que la memoria trascendente atesora- y reconozcamos y asumamos como responsabilidad propia la totalidad de las vivencias dolorosas del presente – cual forma de eliminar y borrar la parte (archivos del disco duro) carente de Amor que la misma memoria guarda-.

De esta manera, el ho´oponopono ofrece la posibilidad de revalorizar los archivos con Amor y eliminar los sin Amor, liberando la energía de experiencias y pensamientos cargados de daño y error que son causa y origen de desequilibrios, desasosiegos, insatisfacciones, enojos, enemistades y enfermedades.

¿Cómo hacerlo? Decidiendo que aceptamos al 100% la responsabilidad de nuestra vida. Esta aceptación posibilita que trabajemos en el archivo que haya generado la situación que nos afecta en la actualidad, en la idea de que todo en nuestra vida nos llega para que borremos energías perniciosas guardadas en la memoria trascendente o afiancemos los archivos llenos de Amor que también atesora.

Herramientas

Para su puesta en práctica debemos dejar a un lado la racionalidad y el intelecto, confiar en nuestra dimensión subyacente – Espíritu, Amor- y trabajar con las herramientas que el ho´oponopono ofrece. Son sencillas y directas. La más fructífera consiste en establecer una comunicación fluida y constante entre el Uhane o Consciente y el Aumakua o Ser profundo.

Así, para fijar y potenciar en la memoria los pensamientos y experiencias de Amor, es suficiente con que digamos “gracias” o “te quiero” a nuestro Ser interior ante las cosas hermosas de nuestra vida cotidiana. Y para borrar los pensamientos y experiencias sin Amor, basta con que digamos “lo siento, perdóname por la parte de mí que ha creado esto y lo ha traído aquí, lo ha puesto en mí o lo ha proyectado a otro o a los demás”.

Y recordando siempre que damos gracias o pedimos perdón a nosotros mismos, no a alguien o algo ajeno a mí. No hay nada fuera que nos traiga nada; no somos pecadores ni culpables; nadie nos juzga. Nuestro Espíritu sólo nos pide que desde el Consciente digamos “gracias” o “lo siento”.

Creas lo que crees; y si Yo lo he creado, Yo lo puedo cambiar. Esto es aceptar el 100% de responsabilidad de nuestra vida.

Ni siquiera tengo que pensar qué archivos del disco duro son los que deseo afianzar o borrar; sólo dar las gracias o pedir perdón ante los avatares, situaciones y contactos de la vida. Nuestro Espíritu o Aumakua conoce muy bien la parte de nuestra memoria que a continuación se debe poner en valor o limpiar.

No hay que saber ni pensar. Ho´oponopono es aceptar que hay una parte de mí que es más sabia.

Hay que aprender a confiar en uno mismo, en nuestro Ser interior; mientras mayor sea la confianza, más intensa será la toma de mando por parte del Yo verdadero. Y mejores resultados se obtendrán en el trabajo con nuestra memoria trascendente.

Y asumir la responsabilidad íntegra de nuestra vida implica, igualmente, aceptar la responsabilidad por los pensamientos y acciones de las demás personas que aparecen en ella.

Lo cual, lejos de ser una rémora agotadora, es una magnífica oportunidad, pues si soy responsable lo puedo cambiar. La gente que llega a nuestras vidas y con las que nos relacionamos de un modo más o menos familiar y estrecho no lo hace por casualidad, sino porque compartimos archivos con Amor, sin Amor o de ambos tipos.

Cuando son archivos dañinos, la otra persona dirá cosas que nos molestan, realizará actuaciones que nos causan dolor o padecerá enfermedades. Ante ello, lejos de contrariarnos y reaccionar defensivamente o con agresividad, seamos conscientes de que no es sino una proyección de mí y ocasión para borrar tales archivos. Así que digo “te quiero” o “lo siento, por la parte de mí que ha creado esto y lo ha traído aquí o a ti” para desactivar el archivo contaminado, que se eliminará no sólo para mí, sino también para el otro. Quien toma la responsabilidad es el que borra.

A muchos les parecerá increíble, pero el camino más fácil es asumir la responsabilidad completa de nuestra vida, incluidos todos los hechos, circunstancias y personas que nos rodean; los pensamientos y actos propios y los de aquéllos que se relacionan con nosotros.

En todo lo que llega y acontece hay que ver una preciosa oportunidad para que el Ser interior coja el mando y potencie o limpie los archivos (pensamientos, actos, experiencias,…) con o sin Amor, respectivamente, guardados en nuestra memoria trascendente.

La paz empieza en nosotros, por lo que decir “gracias, te amo” es el mejor regalo que podemos hacerle al mundo.

Ho’oponopono apoya la restauración del equilibrio y la armonía en la persona y, a través de ella, de la Creación. Ayuda a que el ser humano sea permanentemente consciente de su Ser profundo, desactivando el piloto automático del ego, generando paz y consiguiendo que nuestros actos se basen en la inspiración.

En este orden, hay que diferenciar bien entre intuición e inspiración. La primera procede de la memoria trascendente: algo que ya pasó puede volver a repetirse y la intuición nos avisa (los sueños premonitorios son un exponente de ello). La inspiración, en cambio, es algo nuevo, una guía que emana desde nuestro Yo verdadero y nos ofrece algo novedoso para nosotros y nuestra vida.

Ho´oponopono va más allá de la Ley de Atracción porque no es posible controlar todo lo que tenemos en el inconsciente, pero que, no obstante, estamos proyectando y plasmando en nuestras vidas. Con Ho´oponopono se atrae lo que se agradece, lo cual coloca al Amor Incondicional, Contra Resistencia, en primer lugar.

Emilio Carrillo

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