Espíritu; los ojos interiores

Aunque estés hechizado por este mundo,

en lo más secreto de ti mismo eres un tesoro escondido.

Abre los ojos interiores,

regresa finalmente al origen de tu propio origen.

Djalal-od-Din-Rumi (siglo XIII)

Si miro desde arriba soy una unidad compleja formada por un Yo espíritu, principio vital que guía mi evolución como ser humano, y por el conjunto de estructuras materiales en las cuales este Yo se expresa, mi cuerpo. Mi Yo espíritu es ese tesoro escondido.

Si miro desde dentro, si abro mis ojos interiores, soy una unidad funcional de consciencia que piensa, siente, ama y actúa. Y ello en tres sentidos: dentro de mí mismo, en relación con el mundo, y en relación con el Todo Universal.

Mi Yo espíritu es idéntico al tuyo. Las diferencias entre tú y yo dependen entonces de los otros dos factores: la calidad de nuestras estructuras materiales, de nuestros cuerpos, y el modo de pensar, sentir, amar y actúar.

La calidad de mi cuerpo y su estado de salud, que dependen especialmente del funcionamiento de mis glándulas endocrinas y de las estructuras de mi sistema nervioso, delimitan la capacidad de actualización, de desarrollo y de expresión de los valores supremos de mi Yo espíritu. Y aunque Yo soy objetivamente espíritu y materia, vivo subjetivamente en una serie de relaciones entre ambas realidades. Mis actos y mis estados de consciencia son más espirituales o más materiales, según sea el factor que predomine en dichas relaciones.

Mi evolución interna consiste en que el factor espiritual aumente más en mi consciencia, de tal manera que sin negar el factor material, sino al contrario, aprovechando al máximo sus posibilidades, todos los aspectos de mi vida se hallen constantemente animados y dirigidos desde los planos superiores de mi alma humana.

Cuando me siento hechizado por este mundo, me viene bien recordar todo esto.

Si sientes el deseo de evolucionar espiritualmente, podemos ayudarte.

 

 

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