Cómo escribir en la Hoja de Trabajo
Te invito a que juzgues, a que seas duro, infantil, mezquino. Escribe con la espontaneidad de un niño que está triste, enfadado, confundido o asustado. No intentes ser sensato, espiritual o amable.
Este es un momento para ser totalmente sincero y no censurar tus sentimientos. Permite que se expresen a sí mismos sin temor a las consecuencias o a las amenazas de castigo. Seguidamente encontrarás un ejemplo de una <<Hoja de Trabajo para juzgar a tu prójimo>> ya escrita. En este ejemplo he escrito sobre mi segundo marido, Paul (incluido aquí con su permiso). Estos son los tipos de pensamientos que solía tener sobre él antes de que mi vida cambiase. Te invito a que, a medida que leas, reemplaces el nombre de Paul por el de la persona de que se trate en tu vida.
Paul
¿Quién provoca tu enfado o tu tristeza o te decepciona? ¿Qué es lo que no te gustaba o todavía no te gusta de esta persona? No me gusta (estoy enfadada con, o triste, asustada, confundida, etc., a causa de) (nombre) Paul porque no me escucha. Estoy enfadada con él porque no me valora. No me gusta Paul porque discute por todo lo que digo.
¿Cómo quieres que cambie? ¿Qué quieres que haga? Quiero que (nombre) Paul me brinde toda su atención. Quiero que me ame completamente Quiero que esté de acuerdo conmigo Quiero que haga más ejercicio.
¿Qué es lo que debiera o no debiera hacer, ser, pensar o sentir? (Nombre) Paul no debiera ver tanta televisión. Debiera dejar de fumar. Debiera decirme que me ama. No debiera ignorarme.
¿Necesitas algo de esa persona? ¿Qué tiene que darte o hacer para que seas feliz? Necesito que (nombre) Paul me escuche. Necesito que deje de mentirme. Que comparta sus sentimientos conmigo y que esté emocionalmente disponible. Necesito que sea amable y tierno y que tenga paciencia.
¿Qué piensas de esa persona? Haz una lista. (Nombre) Paul no es sincero Es temerario e infantil. Se cree que para él no valen las reglas. No es nada compasivo y nunca está disponible. Es un irresponsable.
¿Qué es lo que no quieres experimentar nunca más con esa persona, cosa o situación? No quiero nunca más o me niego a vivir con Paul si no cambia. Ni volver a discutir nunca más con él. No quiero que me vuelva a mentir jamás.
Indagación: Las cuatro preguntas y la inversión
¿Es eso verdad?
¿Tienes la absoluta certeza de que eso es verdad?
¿Cómo reaccionas cuando tienes ese pensamiento? www.bibliotecaespiritual.com
¿Quién serías sin ese pensamiento?
Responde a estas cuatro preguntas y luego invierte tus respuestas. Ahora, utilizando las cuatro preguntas, investiguemos la primera afirmación del punto 1 del ejemplo: No me gusta Paul porque no me escucha. A medida que leas, piensa en alguien a quien todavía no hayas perdonado del todo.
¿Es eso verdad?
Pregúntate: «¿Es verdad que Paul no me escucha?». Permanece en calma. Si realmente quieres saber la verdad, la respuesta a esa pregunta aparecerá. Permite que la mente haga la pregunta y espera a que emerja la respuesta.
¿Tienes la aboluta certeza de que eso es verdad?
Considera estas preguntas: «¿Tengo la absoluta certeza de que es verdad que Paul no me escucha? ¿Puedo saber realmente si una persona está escuchando o no? ¿Acaso en ocasiones aunque parezca que no estoy escuchando sí lo estoy haciendo?».
¿Cómo reaccionas cuando tienes ese pensamiento?
Cuando pienso que Paul no me escucha, ¿cómo reacciono?? Haz una lista. Por ejemplo: «Le lanzo «mi mirada». Le interrumpo. Le castigo no prestándole atención. Empiezo a hablar más rápido y más fuerte e intento forzarlo a que me escuche». Continúa haciendo tu lista, y a medida que vayas profundizando en tu interior, observa cómo te tratas a ti misma en esa situación y cómo te sientes. «Me encierro en mí misma. Me aíslo. Como y duermo mucho y me quedo mirando la televisión durante días. Me siento deprimida y sola.» Advierte todos los efectos que provoca pensar: «Paul no me escucha»
¿Quién serías sin ese pensamiento?
Ahora considera quién serías si no fueses capaz de pensar: «Paul no me escucha». Cierra los ojos e imagina que él no te está escuchando. Imagínate que no tienes el pensamiento de que Paul no te escucha (ni siquiera el de que debiera escucharte).
Tómate el tiempo que necesites. ¿Qué es lo que ves? ¿Cómo te sientes?
Haz la inversión. La afirmación original: «No me gusta Paul porque no me escucha», al invertirla, podría transformarse en: «No me gusto a mí misma porque no escucho a Paul». ¿Es eso verdad para ti? ¿Escuchas a Paul cuando piensas que él no te escucha? Busca otros ejemplos de cómo no escuchas. Otra inversión que podría ser igual de verdadera, o incluso más, es: «No me gusto porque no me escucho a mí misma». Cuando estás pensando en lo que Paul debiera hacer, ¿te estás escuchando a ti misma? ¿Pones en espera tu propia vida cuando crees que él debiera estar escuchando? ¿Puedes oír cómo le hablas a Paul cuando crees que debiera escucharte?
Tras haber reflexionado sobre estas inversiones, continúa haciendo una indagación típica con la siguiente afirmación del punto 1 de la Hoja de Trabajo de ejemplo -Estoy enfadada con él porque no me valora-, y después haz lo mismo con el resto de las afirmaciones que aparecen en esa hoja.
Juzgar a tu prójimo. Luego, escribir.
Hacer cuatro preguntas. Después, invertir.
Byron Katie
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