Mi camino está atravesado por un único hilo que lo une todo
Confucio
La leyenda
Cuenta la leyenda que hubo una vez un ser humano que se preguntó «¿De dónde vengo y a dónde voy? ¿Qué hago yo aquí? ¿Quién soy?» Y todas estas preguntas las resumió en una sola: «¿Cúal es el propósito de mi vida?» Una cuestión que le llenó de fundamento y le abrió las puertas de la búsqueda, de la indagación de otras realidades, de su realización, de sus huellas, de su transcendencia, de su evolución en la consciencia.
La pregunta
Y aunque este ser humano siguió su camino, la pregunta se reprodujo en el aire y fue aspirada por muchas otras personas que la volvieron a exhalar para que las puertas siguieran abriéndose y se expandiera la visión de la realidad. Pero con el paso del tiempo, por motivos demasiado complejos para esta exposición, los propósitos se fueron etiquetando, igual que se etiquetó la vida y los pasos que en ella damos. Ya no había puertas que abrir, las huellas se habían borrado, mucha gente dejó de preguntar y una única conciencia se fue instaurando: ganar o perder. Prestigio, dinero, poder.
Sin embargo, la pregunta seguía en el aire y asaltaba a todo aquel que se atreviera a respirar profundamente. También había mucha gente descontenta y en el descuido de un suspiro la pregunta se les colaba y los dejaba trastornados. Se iniciaron nuevas búsquedas, se consultaban textos antiguos, se buscaban respuestas y se indagaba en todo aquello que ofreciera alguna pista de cómo realizar otra consciencia. Y aunque esto hizo que aparecieran diversas técnicas, libros de autoayuda o recetas, la pregunta seguía multiplicándose y ya no valieron los propósitos etiquetados para tanta necesidad de respuestas.
Misión y propósito
Y, desde entonces, mucho se ha escrito sobre el proósito de la vida y de cómo identificarlo o lograrlo. Algunos dicen que no es un objetivo o una meta sino algo más profundo, algo que tiene que ver con lo que debemos dar, nuestro dharma, nuestra misión en esta realidad. Otros dicen que tener un propósito marca la diferencia entre existir y vivir plenamente, y que éste sólo puede descubrirse cuando despertamos a una realidad superior, o a una definición más amplia de lo que es la vida. Que es importante conocerse para encontrarlo, que hace falta disciplina y poner en lo que hacemos el corazón, asegurarnos de que sirva a los otros y ser fieles a una tal voz interior.
Que cuando se encuentra, todo adquiere sentido y significado, la vida se vuelve clara y adquiere perspectiva, te sientes íntegro e integrado y no hay nada ni nadie que pueda pararte para realizarlo. Qué bello conocerlo, que triste no encontrarlo.
Y tú, ¿qué dices? ¿Sabes ya cuál es tu propósito, para qué has venido aquí?
Cuaderno de Siembra.
La recaudación obtenida con la venta de El Cuaderno de Siembra se destina a «La Casa de Sumaya», dedicada a acoger menores sin recursos en Dakar, Senegal. Más información sobre «La Casa de Sumaya» en www.africasomostodos.org
Podemos ayudarte
No te diremos lo que tienes que hacer. No presionamos, ni aconsejamos, ni recomendamos. Exploraremos juntos, haremos preguntas, te ofreceremos interpretaciones que tal vez puedan sorprenderte. Desafíaremos respetuosamente tus modelos mentales para que desarrolles una nueva mirada que te permita descubrir nuevas acciones y posibilidades.