Consciencia de la realidad
Consciencia significa observar, observar lo que sucede dentro de ustedes y alrededor de ustedes.
«Lo que sucede» es bastante adecuado: Los árboles, el césped, las flores, los animales, las rocas, toda la realidad se mueve. Uno lo observa, uno lo ve.
Cuán esencial es para el ser humano no observarse solamente a sí mismo, sino observar la realidad.
¿Ustedes son prisioneros de sus conceptos? ¿Quieren liberarse de la prisión? Entonces miren; observen; dediquen horas enteras a observar.
¿Observar qué? Cualquier cosa. Los rostros de la gente, las formas de los árboles, un pájaro que vuela, un montón de piedras, observen el crecimiento del césped. pónganse en contacto con las cosas, mírenlas. Entonces podrán tener la esperanza de liberarse de esos patrones rígidos que todos nos hemos formado, de lo que nos han impuesto nuestros pensamientos y nuestras palabras. Tendremos la esperanza de ver.
¿Qué veremos? Eso que decidimos llamar realidad, lo que está más allá de las palabras y los conceptos. Esto es un ejercicio espiritual relacionado con la espiritualidad, con el hecho de liberarse de su jaula, de su prisión de conceptos y palabras.
Qué triste si pasamos por la vida sin verla nunca con los ojos de un niño
Esto no quiere decir que debamos descartar totalmente todos los conceptos; son muy preciosos. Aunque empezamos sin ellos, Los conceptos tienen una función muy positiva. Gracias a ellos desarrollamos nuestra inteligencia. Nos invitan, no a convertirnos en niños, sino a ser como niños.
Tenemos que perder el estado de inocencia y ser arrojados del paraíso; tenemos que desarrollar un «yo» y un «mi» por medio de esos conceptos. pero tenemos que regresar al paraíso. Necesitamos ser redimidos de nuevo. Necesitamos descartar al hombre viejo, la naturaleza vieja, el ego condicionado, y regresar al estado del niño, pero sin ser un niño.
Cuando comenzamos en la vida, miramos la realidad con asombro, pero no es el asombro inteligente de los místicos; es el asombro informe del niño. El asombro muere y lo reemplaza el aburrimiento, a medida que desarrollamos el lenguaje y las palabras y los conceptos. entonces podremos tener la esperanza, si somos afortunados, de regresar al asombro.
Anthony de Mello