Amar más allá de la forma
Un hombre amaba con intensidad a su compañera, la cual no era precisamente bella. Desde niña tenía la cara picada con viruela. Con aquella mujer, las noches eran de carne y espíritu.
Un amanecer, ella le susurró:
– Amado mío, mi muy amado, cuánto lamento que mi piel no sea suave como un nenúfar para recibir tus labios.
– ¿Por qué me dices eso, mi muy querida? – preguntó el hombre extrañado.
Y la mujer, intuitivamente, comprendió al instante que él jamás había reparado en sus feas señales. Al mirar más allá, la había encontrado realmente a ella.
Comentario
La belleza exterior tiene un milímetro de espesura: el de la piel. La belleza interior es más profunda que los vastos océanos.
Unos ven en los demás su lado feo, y crean malestar y ansiedad sobre sí mismos y los otros; los hay en cambio, más afortunados, que saben ver el lado luminoso de los demás y no poner el acento sobre el difícil.
Podemos preguntamos: ¿Amamos a la otra persona por el placer que nos procura o por la persona misma?
El amor egocéntrico conlleva ansiedad, inquietud, celos, desasosiego, resentimiento, exigencias y reproches.
El amor más incondicional está libre de posesividad y contaminaciones de cualquier orden, por lo que resulta más genuino, estable y tranquilizador.
Ramiro Calle
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