Reza al menos dos veces cada día
La mañana establece la pauta
El primer pensamiento de la mañana se convierte en la puerta. De ahí que todas las religiones insistan en, al menos, dos rezos diarios. Si puedes mantenerte en oración todo el día, eso es lo correcto, pero si no, entonces reza al menos dos oraciones: una por la mañana y otra por la noche.
Por la mañana, cuando te sientes fresco y sin sueños, tu conciencia está emergiendo y el primer pensamiento –el rezo, la meditación, el recuerdo- establecerá la pauta para todo el día, se convertirá en la puerta… porque todo se mueve como en cadena. Si por la mañana estás enfadado, durante el día te irás enfadando más y más. El primer enfado crea la cadena; el segundo surge fácilmente; el tercero es automático… y entonces te encuentras sumergido en ello. Entonces todo lo que sucede a tu alrededor crea ira en ti. Rezar por la mañana o estar alerta –llamarte a ti mismo, estar plenamente consciente- es establecer la pauta.
Cuando te acuestas
Y también por la noche cuando te acuestas, el último pensamiento se convierte en la pauta durante todo el sueño. Si el último pensamiento es meditativo, todos tus sueños se convertirán en meditación. Piensa en el sexo, y entonces todo tu sueño se verá alterado con sueños sexuales. Si el último pensamiento es el dinero, entonces durante toda la noche te moverás en el mercado comprando y vendiendo. Un pensamiento no es algo banal. Crea una cadena y luego viene todo lo demás y siguen sucediendo cosas semejantes.
Por eso, reza al menos dos veces cada día.
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