I.-
El Maestro solía decir que la Verdad está justamente delante de nuestros ojos y que, si no conseguimos verla, es porque nos falta perspectiva.
En cierta ocasión se llevó consigo a un discípulo a subir a una montaña. A mitad de camino, el discípulo se quedó mirando a la maleza con cara de pocos amigos, y preguntó:
«¿Dónde está el maravilloso paisaje del que me hablabas?».
El Maestro sonrió burlonamente y dijo: «Estás pisando encima de él, como podrás comprobar cuando lleguemos a la cima».
Anthony de Mello