El ego y el ser real: ¿Qué relación hay entre ellos?

El ego y el ser real

¿Cuál es la meta? La meta, en lo que a ustedes se refiere, sólo puede ser una cosa: convertirse en su ser real.

Primero quiero hablar de las diferencias que hay entre el ser interior y el ser exterior, o entre el ser real y el ego. ¿Qué relación hay entre ellos?

Existen muchas teorías confusas respecto del funcionamiento del ego. De acuerdo con algunas, el ego es esencialmente negativo e indeseable y la meta espiritual consiste en deshacerse de él. Otras teorías, especialmente las que caracterizan al pensamiento psicoanalítico, dicen que el ego es importante, que ahí en donde no hay ego no puede haber salud mental. Éstos son dos puntos de vista diametralmente opuestos. ¿Cuál es el correcto? ¿Cuál es equivocado?

Vamos a recapitular brevemente sobre la esencia del ser real…

Tu ser interior es una parte integral de la naturaleza, con tendencia a obedecer sus leyes. De modo que desconfiar de ese ser profundamente interior es algo poco razonable, pues la naturaleza merece toda nuestra confianza. Si la naturaleza te aparece como un enemigo, eso es sólo porque no comprendes sus leyes. El ser interior, o el ser real, es la naturaleza, es la vida, es la creación. Esta manera de definir al ser real es más precisa que cuando decimos que se trata de «una parte» de la naturaleza. El ser real y la naturaleza son exactamente la misma cosa.

Siempre que funcionas a partir de tu ser real estás en la verdad y eres feliz. Las contribuciones más creativas y constructivas que haces a la vida provienen de tu ser interior. Todo lo que es grande y generoso, todo lo que expande a la vida, que es bello y sabio viene del ser interior o real.

La necesidad de un ego fuerte

Si esto es así, entonces ¿cuál es la función del ego, es decir, del nivel exterior de la personalidad? El nivel del ego es algo más accesible para ti y tienes una conciencia más directa y precisa de él. El ego es la parte que piensa, actúa, discrimina y decide. La persona cuyo ego no ha crecido suficientemente, cuyo ego es débil, no puede dominar o enfrentar la vida. Y la persona que tiene un ego demasiado grande no puede acercarse al ser real. En otras palabras, ambos extremos, la debilidad o la exageración del ego, entorpecen el alcanzar al ser real.

Sólo cuando el ego se ha desarrollado lo suficiente entonces se puede prescindir de él. Esto puede sonar como una contradicción, pero no lo es. Pues si el ego no se ha desarrollado, tus esfuerzos para compensar esa carencia crean una debilidad y una evasión que sólo puede generar más debilidad. Mientras el ego no sea lo suficientemente fuerte te harán falta las facultades características de tu ser exterior, esto es, pensar, discriminar, decidir y actuar adecuadamente en cualquier situación con la que te enfrentes en el mundo exterior.

Quien quiera que trata de alcanzar su ser real rechazando el desarrollo de un ego sano lo hace a causa de su pobreza.

Esa gente aún no posee a su ser exterior. Lo cual puede deberse a cierta pereza, ya que el desarrollo del ego es muy difícil, así que esperan que ese paso vital pueda ser evitado. Pero este error, lo mismo que todos los errores, cuesta caro. De hecho, retrasa el alcanzar la meta.

Sólo cuando uno posee completamente a su ser exterior, su ego, se puede prescindir de él y alcanzar al ser real. Sólo cuando el ego es sano y fuerte puedes saber que no es una respuesta final, que no es el último dominio del ser. Sólo cuando posees un ego fuerte y sano que no está exagerado o hiper desarrollado puedes usarlo para trascenderlo y lograr un nivel mayor de consciencia.

En tu trabajo dentro de este camino aprendes, a partir de tus meditaciones, a usar todas las facultades de tu ego para ir más allá de él. Lo que absorbes del exterior primero debe pasar a través de las facultades de tu ego. En términos prácticos: primero vas hacia el exterior con las facultades de tu ego y las utilizas para aprehender verdades que posteriormente experimentas en un nivel de consciencia más profundo.

Ir más allá del ego

Existen muchos seres humanos que no se dan cuenta de que hay algo más allá del ego. Su meta final es cultivar un ego fuerte, ya sea que lo piensen o no en estos términos. Esa lucha puede llevarlos a la distorsión de un ego hiper desarrollado. Se trata de un callejón sin salida: en vez de trascender el nivel del ego poderoso, las energías son usadas para agrandarlo.

Amigos míos, es sumamente importante comprender la ley que dice que tienes que alcanzar cierto nivel y estar completamente en él antes de poderlo abandonar para ir a uno superior. Los humanos suelen pasarla por alto y, aún más frecuentemente, la ignoran por completo, la importancia de esta ley no ha sido muy clara para la humanidad a pesar del descubrimiento de muchas verdades espirituales y psicológicas.

En una forma diferente se puede ver la esencia de esta ley dentro del tema que estamos tratando: la función del ego en relación con el ser real. El ser real sabe que el universo no tiene limitaciones; que en realidad la perfección absoluta existe y puede ser alcanzada por todos, que la ilimitada expansión de las facultades y de las fuerzas tanto del universo como del individuo hace que la perfección sea algo posible.

El niño recién nacido aún no posee un ego.

Sin el ego, es posible percibir este mensaje del ser real con mucha claridad. Pero sin el ego, el significado del mensaje se distorsiona. Tal vez tú has descubierto y experimentado dentro de ti el esfuerzo infantil por la perfección, por la omnipotencia, por el placer supremo, por la más grande felicidad que no conoce carencias, insatisfacciones ni frustración.

Cuando no existe el ego, ese esfuerzo es poco realista e incluso destructivo. Algunos de ustedes han experimentado en su trabajo interno de este camino que al principio es necesario abandonar esos esfuerzos y esos deseos antes de poder volver a ellos y realizarlos.

En otras palabras, cada uno de ustedes que están en este camino tiene que aceptar sus imitaciones en tanto que ser humano, antes de poder percatarse de que tienen una fuente ilimitada de poder a su disposición.

Todos deben aceptar sus imperfecciones

Todos deben aceptar sus imperfecciones, lo mismo que las imperfecciones de esta vida, antes de poder experimentar la absoluta perfección que finalmente descubrirán que es su destino. Pero esto sólo lo puedes entender una vez que hayas abandonado este distorsionado conocimiento infantil. Sólo cuando tu ego lidia correctamente con el dominio en el cual tu personalidad y tu cuerpo viven ahora puedes comprender profundamente tus facultades reales, tus posibilidades y tu potencial.

La meta final es la perfección, el poder ilimitado, el placer supremo

Cuando hablo de la meta final de la perfección, del poder ilimitado, del placer supremo, no quiero decir que se trata de algo que se realizará en un futuro lejano cuando ya no poseerás un cuerpo. No hablo de este estado en términos de tiempo, sino en términos de calidad; es algo que puede ocurrir en cualquier momento, en el momento en que despiertas a la verdad. Despertar a la verdad es posible sólo cuando ya has encontrado y abandonado las distorsiones infantiles de la máxima perfección, del máximo poder y del máximo placer. En el ego poco desarrollado esos deseos no son sólo ilusorios sino egoístas y destructivos. Deben ser abandonados antes de ser alcanzados.

Mis queridos amigos, esta conferencia es muy importante para todos ustedes. Puede no sólo disipar la confusión sobre ciertas contradicciones aparentes presentes en ideas filosóficas sobre la vida, sino algo más importante, puede darles una clave esencial hacia su propio desarrollo. Puede facilitar el abandono que sólo llega cuando uno confía en su ser interior y profundo, sabiendo que es parte integral de la naturaleza y de la creación.

Cuando sientas y experimentes tu ser real, ya no exagerarás las facultades de tu ego. Ni dejarás que algunas facultades importantes de tu ego duerman sin que les pongas atención.

Les extiendo todas las bendiciones a cada uno de ustedes. Esas bendiciones son una realidad que los envuelve. Son el amor universal, en respuesta a sus valientes esfuerzos de auto expansión. Vayan en paz, vayan con Dios.

Eva Pierrakos & Donovan Thesenga

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