Kundalini, la energía dormida
Los hindúes consideran que utilizamos sólo el 10% de nuestra energía vital; el 90% restante se encuentra dormida en la base de la columna vertebral.
Despertar Kundalini
Las diversas corrientes religiosas de la India la han llamado Kundalini, y la representan como una serpiente enroscada.
Para despertar esta energía dormida se postulan diferentes técnicas de yoga que incluyen la respiración, posturas (asanas), mudras (gestos con las manos) y mantras (recitación de sílabas rituales).
Todo ello contribuye al despertar de Kundalini, pero para los místicos orientales nada de esto sería suficiente si además no llevamos una forma de vida acorde con los principios del budismo y el hinduismo: es necesario meditar, desarrollar virtudes como la bondad, la solidaridad y el altruismo, seguir una vida frugal, erradicar la violencia que podamos albergar en el corazón, ejercitar la contención y aspirar a la elevación espiritual.
Ascensión de Kundalini
Una vez que se ha despertado Kundalini, paulatinamente y en proporción a nuestro desarrollo espiritual, esta energía va ascendiendo por el nadi Sushumna, el canal recto y ascendente que recorre la columna vertebral, alcanzando cada uno de los siete chakras principales.
Para los hindúes lo que mantiene presa y dormida nuestra energía es la ausencia de estímulos espirituales. La mayoría de la gente vivimos con todo el foco de la consciencia puesto en bienes materiales, en la satisfacción de los placeres puramente físicos. Para manejarnos en este mundo material normalmente cultivamos en nosotros mismos una serie de sentimientos egoístas en los que vemos al prójimo más como un enemigo que como un igual, como un hermano. Nos alejamos, de este modo, del tipo de espiritualidad y de vida que proponen los grandes místicos orientales.
Quienes logran apartarse del mundo ilusorio no sólo alcanzan la paz sino que, además, desarrollan poderes que no están al alcance del resto de la gente, poderes que no han buscado sino que despiertan al tiempo que lo hace ese depósito dormido de energía que se ha puesto en movimiento.
Disolución del yo
Una de las premisas que debe cumplirse para que Kundalini despierte es la consciencia plena de pertenencia a una entidad mucho más amplia.
Sin la disolución del yo no hay evolución posible, puesto que desde una óptica egocéntrica jamás podré ver al otro como a mí mismo; no podré experimentar la empatía que me empuja a ayudar a los demás porque siento el dolor y las dificultades ajenas como propias. De ahí que los místicos nos inviten siempre a contemplar al otro como si se tratara de nosotros mismos, de nuestra propia persona.
Cuando Kundalini despierta, y aún antes de que haya comenzado su ascensión, los cambios que experimentamos son notorios. La respiración puede detenerse sin ningún esfuerzo, se percibe el flujo del prana (la energía vital) por los nadis (nuestros canales energéticos), y alcanzamos una paz mental que resulta nueva y especial.
No hay perturbación en la consciencia ni en los sentimientos; desaparecen el miedo y el dolor. Se percibe la divinidad.
Los tres nudos
Los textos sánscritos señalan que la energía Kundalini puede estar bloqueada por tres factores, nudos o granthi:
Brahma granthi. Se encuentra localizado en el perineo, junto al chakra Muladhara.
Vishnu granthi. Está situado a la altura del corazón, exactamente en el chakra Anahata.
Ruda granthi. Coincide con el chakra Ajna que se encuentra situado en la zona del entrecejo.
El camino de Kundalini hacia el chakra Sahasrara, el séptimo, situado en la coronilla, puede bloquearse en cualquier lugar de su trayectoria. Estos bloqueos se producen en zonas donde se concentran tensiones que impiden el natural flujo ascendente de la energía. En la medida que perseveramos en la práctica de yoga Kundalini gana altura y disuelve estos bloqueos.
Aunque la mayoría de los textos de yoga reconocen que la energía se encuentra dormida en la base de la columna, hay otros místicos que opinan que la energía parte de los chakras que hay en los pies y que, desde ahí, asciende hasta el chakra Muladhara. En su ascensión – desde la base del cóccix hasta que llega a Sahasrara -, la energía de Kundalini va energizando y activando los diferentes chakras por los que pasa.
Una vez que Kundalini ha alcanzado el chakra coronario, Sahasrara, se alcanza el estado de beatitud.
Juan Echenique