Ahora te veo como eres
El “alma siempre sabe”. Es el ego, la personalidad, el orgullo, la mente con sus interpretaciones los que no nos permiten ver lo que es evidente a la luz de una mirada más elevada. Una mirada que nos permita “ver” lo que está en desorden y es necesario ordenar.
Cuando quieras estar en disposición de “ver desde arriba” lo que te inquieta, puedes seguir este procedimiento:
• Visualiza frente a ti a la persona o hecho objeto de tu inquietud.
• Suéltate, relájate y disponte a hacer una conexión profunda con lo más íntimo de tu Ser y con lo más íntimo del Ser o del hecho que tienes enfrente.
• Míralo sin juicio, ni crítica, ni intención, ni lastima, sólo con apertura total.
• Permanece así mirando hasta que algo en tu interior encaje, o sea, hasta que encontraste, conectaste y viste lo que necesitabas ver para ubicarte y saber qué hacer.
Ejercicio
Cierra tus ojos. Elige una posición lo más cómoda posible, preferiblemente sin cruzar brazos ni piernas. Respira profundamente…
Visualiza frente a ti una persona con la que has tenido un disgusto y por la que sientes algún malestar o incomodidad.
Permite que tu cuerpo sienta la emoción negativa que te produce lo ocurrido con esta persona, y toma nota en una libreta de lo que experimentas.
Tómate el tiempo que consideres necesario.
Revisa lo que escribiste.
Mírala de nuevo a los ojos y percíbela sin la condición negativa que hayas encontrado.
Toma nota de cómo es ahora para ti: cómo la percibes y cómo te sientes cuando no hay juicio ni crítica.
Encuentra la diferencia.
Al terminar el ejercicio le dices: “Ahora te veo como eres”.
Respira profundo impregnándote de la nueva sensación y vivencia.