Dicen que cuando nací, mi madre me enseñó tiernamente a alimentarme de su seno; y que cada noche, sentada cerca de mi cuna, velando mi sueño me enseñó a dormir.
Sonriendo puso su boca en la mía y me enseñó a abrir esta yema.
Cogió mi mano y me hizo poner un pie delante del otro hasta que me enseñó a caminar.
Un sonido, luego dos, me puso las palabras en la boca y me enseñó a hablar.
Por esta razón mi vida forma parte de su vida; mientras ella viva, ella será para mí algo muy querido y valioso.
Idadj Mirza
Nuestro pequeño homenaje a todas las madres del mundo, que nos han dado lo más preciado que tenemos, la Vida.
Para ti y para todas las madres, nuestro agradecimiento por tanto, tantísimo amor.
Si deseas enfrentarte y vencer las resistencias que te están impidiendo colocar el amor en el centro de tu Vida, y poner todo tu Ser a trabajar a favor de tí y de tus sueños, podemos ayudarte. Hoy es un día perfecto para empezar. Te acompañamos en ese camino apasionante.