El Ser Superior, el Ser Inferior y la Máscara
El cuerpo físico y los cuerpos sutiles
Todos ustedes saben que no sólo poseen un cuerpo físico, sino también varios cuerpos sutiles, cada uno de los cuales representa algo diferente.
Sus pensamientos tienen formas espirituales específicas y tales formas no sólo son creadas por sus pensamientos, sino también por sus sentimientos. En realidad, un sentimiento sólo es un «pensamiento no pensado», el cual aún no se ha hecho consciente. Aunque el pensamiento crea una forma diferente de la creada por un sentimiento, ambos crean formas muy definidas y substanciales.
Cada cuerpo sutil, lo mismo que el cuerpo físico, tiene un aura; la vibración y la emanación de ese cuerpo. Esas formas realmente existen en el espíritu. Todas estas formas fluctúan y cambian puesto que todo lo relacionado con el espíritu está en movimiento perpetuo.
El aura del cuerpo físico muestra la enfermedad física o la salud, así como todas las otras condiciones del ser físico. Las reacciones emocionales, intelectuales o espirituales se muestran en el aura de su respectivo cuerpo sutil.
El Ser Superior y el Ser Inferior
Cada ser viviente tiene un Ser Superior o Chispa Divina. Éste es el más fino y más radiante de los cuerpos sutiles, el que tiene la mayor frecuencia de vibración, la cual tiene una relación directamente proporcional con el desarrollo espiritual.
El Ser Superior se ha rodeado, lenta y gradualmente, con varias capas de materia densa. Capas no tan densas como el cuerpo físico, pero mucho más densa que el Ser Superior. Así es como llega a existir el Ser Inferior.
La meta del desarrollo espiritual
La meta del desarrollo espiritual es eliminar al Ser Inferior a fin de que el Ser Superior vuelva a ser libre de todas las capas exteriores que ha adquirido.
En su propia vida, ustedes podrán sentir con cierta facilidad, en relación consigo mismos o con los demás, que ciertas partes del ser superior ya están libres, mientras que otras aún están escondidas.
Qué está libre o escondido y cómo de gruesa es la capa que lo esconde es algo que depende del desarrollo general de la persona.
El ser inferior odia cambiar y vencerse a sí mismo
El Ser Inferior consiste no sólo en los errores comunes y en las debilidades personales – que varían de una persona a la otra -, sino también en la ignorancia y en la pereza.
El ser inferior odia cambiar y vencerse a sí mismo. Tiene una voluntad muy fuerte que no siempre se manifiesta exteriormente, y quiere obtener cosas sin pagar su precio. Es muy orgulloso y egoísta y siempre tiene una buena cantidad de vanidad. Todas estas características constituyen al Ser Inferior independientemente de las fallas personales.
Podemos determinar con facilidad cuáles formas de pensamiento provienen del Ser Superior y cuáles provienen del Ser Inferior. También es posible determinar qué tendencias, deseos y esfuerzos del Ser Superior pueden estar mezclados con las tendencias del Ser Inferior.
Cuando los motivos del Ser Inferior corrompen los mensajes del Ser Superior, se crea un desorden en el alma. Esta falta de orden hace que quien carga con esto se encuentre emocionalmente enfermo.
Por ejemplo, una persona puede desear algo egoísta, pero como no quiere admitir en su interior que se trata de algo egoísta, empieza a racionalizar ese deseo egoísta engañándose a sí misma.
Este tipo común de autoengaño se puede detectar porque las formas del Ser Superior tienen un carácter completamente diferente de las del Ser Inferior.
La Máscara del Ser
Existe otra capa cuyo significado total desafortunadamente aún no es suficientemente reconocido por los seres humanos. Es lo que llamo la Máscara del Ser.
La Máscara del Ser se crea de la siguiente manera: cuando uno reconoce que puede entrar en conflicto con su entorno al dejarse guiar por su Ser Inferior, es posible que aún no esté listo para pagar el precio de vencer a ese Ser Inferior. Vencerlo significaría antes que todo enfrentarlo como realmente es, con todas sus motivaciones e inclinaciones, pues sólo se puede vencer a lo que se conoce completamente. Lo cual equivale a tomar el camino estrecho, el camino espiritual.
Mucha gente no quiere pensar tan profundamente; en cambio reacciona emocionalmente sin pensar en cómo su Ser Inferior se encuentra relacionado con su reacción. La mente subconsciente siente la necesidad de presentar una imagen de su ser ante el mundo a fin de evitar ciertas dificultades, situaciones desagradables y desventajas de todo tipo. Así la gente crea otra capa del ser que no tiene nada que ver con la realidad, ni con la del Ser Superior ni con la realidad temporal del Ser Inferior. La máscara superpuesta puede ser considerada como un engaño: no es real.
Un ejemplo
Volveré al ejemplo anterior. El Ser Inferior le dice a la persona que sea relativamente despiadada en relación con su deseo egoísta. No es difícil que la persona se dé cuenta de que al abandonarse a ese deseo él o ella se aislará o sufrirá el desprecio de los demás, algo que nadie quiere que le suceda… En vez de vencer el egoísmo mediante el lento proceso del desarrollo, esa persona a menudo actúa como si él o ella ya no fuera egoísta.
Pero en realidad sí es egoísta y siente el egoísmo. Su sometimiento a la opinión de los demás y su generosidad no son más que una mentira, y no se encuentran reconciliados con sus auténticos sentimientos. En otras palabras, el acto correcto en este caso no corresponde para nada con los sentimientos internos no purificados y, por lo tanto, la persona vive una guerra en su interior.
Las acciones correctas se convierten en una compulsión en vez de ser fruto de la libre elección. Semejante bondad superpuesta no paga el precio en el sentido real. Mientras una persona está dando algo, tal vez aborrece la idea de hacerlo. Esa persona no sólo es egoísta en sus convicciones internas, sino que además es mentirosa con su naturaleza, viola su realidad y vive un engaño.
Terminar con el autoengaño
De ningún modo estoy sugiriendo que es aconsejable abandonarse a su naturaleza inferior; uno debe luchar por alcanzar la iluminación y tratar de desarrollarse a fin de purificar sus sentimientos y sus deseos. Pero si eso no se logra, al menos no debe haber autoengaño. La persona debe al menos tener claridad sobre la discrepancia entre sus sentimientos y sus acciones, lo cual evita la formación de la Máscara del Ser.
Sin embargo, es demasiado frecuente el que ese tipo de persona trate de creer que realmente no es egoísta, de modo que se engaña a sí misma sobre sus sentimientos y motivaciones reales al no mostrarlos y tratar de no verlos.
Después de cierto tiempo, la raíz maligna se hunde en el subconsciente en donde fermenta y crea formas que tienen efectos propios y que no pueden ser eliminadas porque la persona no es consciente de ellas. El ejemplo del egoísmo no es más que una muestra; pero, amigos míos, existen muchos otros rasgos y tendencias del carácter que siguen el mismo proceso.
Cuando la gente está enferma emocionalmente eso siempre es signo de que en alguna forma se ha creado una máscara. No se dan cuenta de que están viviendo una mentira. Han construido una capa de irrealidad que no tiene nada que ver con su verdadero ser. De este modo no son auténticos con su verdadera personalidad.
Enfrentar tu Ser Inferior
Como lo dije antes, el ser auténtico con uno mismo no significa que deba uno dejarse llevar por su Ser Inferior, sino que debe uno ser consciente de él.
No se engañen a sí mismos si todavía actúan de acuerdo con la necesidad de protegerse y no con base en una esclarecida visión y convicción interna. Sean conscientes de que sus sentimientos aún son impuros en relación con tal o cual aspecto. Desde ahí tendrán una buena base para comenzar. Les será más fácil enfrentarse a sí mismos de esta manera, al percatarse de que bajo las capas de su Ser Inferior vive su Ser Superior: su realidad última y absoluta a la cual eventualmente accederán algún día.
Con el fin de acceder a esa realidad, primero deben mirar de frente a su Ser Inferior, su realidad temporal, en vez de cubrirla, pues eso coloca una distancia aún mayor entre ustedes y la Realidad Absoluta o su Ser Superior.
Enfrentar al Ser Inferior es algo que exige romper con la Máscara sin importar cuál sea el costo de esto. Ustedes podrán conducirse hacia ese logro al visualizar los tres seres de los que les estoy hablando ahora. En ocasiones parece que es correcto mentirse a uno mismo y no pensar en sus verdaderas motivaciones y emociones, dejando que las emociones reaccionen sin pensar, pero en realidad eso no es correcto.
¿Cuál es mi verdadero yo?
La persona que desea ser feliz, estar sana y en paz consigo misma, a fin de realizar su vida actual y estar en armonía con Dios y de este modo con su ser interior, debe de una vez encontrar la respuesta a las siguientes preguntas: ¿Cuál es mi verdadero yo? ¿Cuál es mi Ser Superior? ¿Cuál es mi Ser Inferior? ¿En dónde puede haber una Máscara, una falsedad?
Es importante que todos ustedes traten de entrenar su mirada interior para verse a sí mismos y a los demás seres humanos desde este punto de vista. Mientras más espiritualmente despiertos estén, les será más fácil percibirse a sí mismos y a los otros.
Cuando entren en contacto con su Ser Superior, una vez que su intuición se haya despertado a partir de su desarrollo espiritual personal, sentirán una clara diferencia entre la Máscara y el Ser Superior. Sentirán las desagradables manifestaciones de la Máscara, primero de la propia, sin importar cuan agradable sea su apariencia.
Vencer las resistencias interiores
Lo que falta ahora por realizar es penetrar con estas verdades en las capas subconscientes de la personalidad para vencer todas las resistencias interiores.
Si desean caminar por este sendero y curarse de sus enfermedades emocionales, es importante que entiendan todo esto. Tienen que enfrentar al Ser Inferior que existe en cada ser humano, pero también deben saber que ese Ser Inferior no es el verdadero «Yo» o el verdadero Ser. El Ser Superior, que es la perfección en espera de crecer hacia afuera de esas capas de imperfección, es el verdadero Ser. Tal vez tengan preguntas sobre este tema, queridos amigos.
PREGUNTA: ¿Cómo puede uno deshacer lo que su Ser Inferior ha manifestado en forma de una enfermedad física?
RESPUESTA: En primer lugar, no deben tratar de empezar eliminando las consecuencias. Si su Ser Inferior ha creado una enfermedad, primero hay que aceptarla. Deben tratar de encontrar las raíces o la parte de su Ser Inferior que ha creado la enfermedad. El Ser Inferior debe ser encontrado y explorado completamente. Su meta debe ser la perfección por sí misma. Lo hacen por el amor a Dios que existe en ustedes y no con el fin de evitarse el tener que aguantar una incomodidad.
Fuerza interna
Es cierto que se requiere de mucha fuerza interna para purificar suficientemente los motivos en un principio, pero ésta es una base necesaria. Al hacer esto, se están aprendiendo muchas otras cosas. La fuerza espiritual crece a medida que se aprende a aplicar una absoluta honestidad consigo mismo. Una vez que sus motivaciones son puras, la enfermedad no importará ni la mitad de lo que importa el estado de su alma. En la medida en que el ego y la comodidad de lo que se le apareja pierde importancia, habrán seguido una muy importante ley espiritual. Su salud espiritual se restablecerá gradualmente.
Abandono del ego
Esta ley tiene que ver con el abandono del ego que enseñó Jesús. Sólo al hacer esto se gana la vida. Así que empiecen por enfrentar a su Ser Inferior con valor, optimismo, humildad y con un ánimo de descubrimiento. Una vez que descubran su Ser Inferior, y rompan todas las máscaras y capas que cubre al Ser Superior, empezarán a trabajar con estos diferentes aspectos del Ser Inferior.
Esto se hace mediante una autoobservación diaria y puesta a prueba, observando una y otra vez qué tan lejos los siguen desviando sus corrientes internas de lo que quisieran ser. Mientras hacen esto, convirtiéndose en amos de su Ser Inferior, aprenderán la verdadera honestidad consigo mismos y sus motivaciones para el desarrollo se volverán más y más puras. Su visión se ampliará, recibirán la iluminación y sus síntomas y problemas desaparecerán gradualmente.
De modo que no deben pensar primero en su enfermedad, sino en la raíz del problema. Ése será el único éxito perdurable. Si realmente desean purificarse, no sólo deshacerse de las consecuencias desagradables que les son más notorias o visibles, recibirán ayuda y guía para que puedan combatir a su Ser Inferior, pues nadie puede hacerlo solo.
Con esto, amigos míos, me despido. Vayan en paz; sepan que Dios está presente dentro de ustedes.
Eva Pierrakos & Donovan Thesenga