¿Tienes miedo? ¿Cómo haces para que no te alcance? ¿Te quedas petrificado? ¿Lo niegas? ¿Lo dramatizas? ¿Vas contra él? ¿Te hablas a ti mismo incesantemente? ¿Tomas mil y una precauciones? ¿Fantaseas continuamente con un futuro mejor para evitarlo?
Si de verdad quieres ahora mismo puedes dejar de sentir tu miedo, sea cual sea el nombre que le hayas dado (ansiedad, angustia, pánico, temor…). Sí, es así de simple. Si quieres puedes dejar de decirte lo que quiera que te estés diciendo, y encontrarte con lo que realmente sucede aquí y ahora.
Todas las emociones y las estrategias mentales vienen y van. Por el contrario, TÚ siempre estás Aquí, inmutable, radiante, puro, sin temor alguno a ningún miedo que se presente. Ábrete a tu miedo desde La Verdad de Tu Ser y sentirás que tu miedo se disuelve como un azucarillo en un vaso de agua tibia. Por el contrario, si sólo deseas librarte del miedo y te alejas de él o lo niegas, el miedo te perseguirá… Cualquier cosa de la que huyas seguirá acosándote.
El miedo nada puede ante La Verdad De Tu Ser. La traspasa, como también la traspasan la ira, la tristeza, las conductas mil veces repetidas, la desesperación, el vacío, la plenitud, la ignorancia… Por eso te digo: Regresa una y otra vez a la Verdad de Tu Ser.
Las complicaciones que surgen en tu vida son resultado de evitar lo que te acosa, o del apego a lo que deseas. En un instante de plena conciencia, todas las complicaciones desaparecen… Es posible tener claridad incluso en las circunstancias más complejas.
Cualquiera que sea el miedo que te haya perseguido durante toda tu vida, cualquiera que sea el que te persiga ahora, en cuanto te pares y le digas: «De acuerdo, ven, estoy preparado para encontrarme contigo», descubrirás que empieza a ocultarse tras las esquinas.
Lleva a cabo tu propia investigación. ¿Dónde está el miedo? ¿Qué sensación produce? ¿Hay algo junto a él? ¿Qué hay debajo de él? Tal vez lo sientas en el corazón, tal vez en el vientre… Y si en tu mente aún sigue contándose una historia sobre el miedo, abandónala.
Cuando te abres al miedo de esta forma, ¿crees que puedes encontrarlo?