No busques Amor, no busques la luz. Sé eso, ofrécelo.
La alegría de Amar es infinitamente mayor que la alegría de aferrarte temerosamente al Amor de otro, porque muy en el fondo sabes que es una ilusión que aquello que siempre has anhelado pueda venir de fuera de ti.
Tú eres el Amor de tu Vida; tú siempre has sido el Indicado, el Uno.
Te das cuenta que eres el Amor mismo, y esto lo cambia todo; el Amor es tuyo, por siempre… incluso cuando no lo es.