Primer chakra. Influencias en el plano físico y psicológico

Primer chakra. Influencias en el plano físico y psicológico

El nombre de este chakra (Muladhara) significa, en sánscrito, «fundamental, básico». También se conoce por el nombre de chakra raíz. Está situado en la base de la columna vertebral, en el perineo, entre el ano y el comienzo de los órganos genitales.

Principales relaciones del chakra Muladhara:

  • Color: Rojo.
  • Elemento: Tierra.
  • Sentido: Olfato.
  • Mantra asociado: LAM.
  • Nota musical: do.
  • Frecuencia de vibración: 261 Hz.
  • Período de máxima actuación: 0-7 años.

En este chakra descansa, enroscada, Kundalini y en gran medida será el trabajo efectuado sobre ella lo que despierte la energía dormida.

Muchos consideran que Muladhara forma, junto con el chakra coronario, Sahasrara, una estructura de la que son los dos polos opuestos, tanto por su disposición en el cuerpo sutil como por la cualidad de su energía.

Contiene la forma más densa de la energía cósmica, la más ligada a la materia de ahí que se le vincule con el elemento Tierra.

Influencias de muladhara en el plano físico

El primer chakra se encuentra situado, en el cuerpo sutil, a la altura del plexo sacro-coccígeo. Los nervios que parten de este paquete nervioso-vascular inervan los órganos que se alojan en la cavidad pélvica y que pertenecen a los sistemas reproductor y excretor (esfínteres, última porción del intestino, útero, vejiga, uréteres y órganos sexuales).

Se relaciona también con los miembros inferiores y con las glándulas suprarrenales.

Habitualmente se representa con un circulo rodeado por cuatro pétalos de loto, que simbolizan los nadis que lo rodean, y con un triángulo en su centro, pero también es posible encontrar símbolos de Muladhara que tienen en el centro un hexágono formado por dos triángulos, uno con el vértice hacia arriba y otro, con el vértice mirando hacia abajo.

Esta simbología tiene dos explicaciones:

1) Para el Tantra, el triángulo que tiene el vértice hacia abajo representa a Yoni, órgano sexual femenino y el que tiene el vértice hacia arriba, al Lingam, órgano sexual masculino.

2) La otra explicación, que proviene de algunas escuelas místicas y ocultistas, considera que los triángulos que conforman el hexágono son una representación de dos importantes circuitos energéticos:

Triángulo ascendente. Tiene su base en los pies, donde se alinea con los chakras menores situados en cada uno de ellos y su vértice en el chakra Muladhara. Su energía es ascendente: los pies la absorben directamente de la tierra y la envían al primer chakra.

Triángulo descendente. Su vértice está, igualmente, en el primer chakra y la base está formada por la línea que une ambos riñones y glándulas suprarrenales. La base de este segundo triángulo sería también la de un tercero, ascendente, cuyo vértice estaría situado en el tronco encefálico, es decir, en el punto en que la médula espinal se conecta con los centros nerviosos superiores.

Eliminación de lo superfluo. Sistema excretor

El aparato excretor tiene en el cuerpo físico una función bien definida: eliminar del organismo los productos de desecho, aquello de lo cual es necesario liberarse porque no presenta ninguna utilidad para el cuerpo.

Las alteraciones en este sistema pueden ocasionar retención de estos materiales y producir un gravísimo deterioro en los órganos y tejidos.

Si se tienen en cuenta las enseñanzas que han impartido los místicos hindúes, de nada sirve hacer todos los ejercicios prescritos en el yoga si antes no se ha procedido a desprenderse emocionalmente de todo aquello que no presenta ninguna utilidad.

Conservación de la especie. Sistema reproductor

Aunque algunos autores consideran que el aparato reproductor está más  relacionado con el segundo chakra, es indiscutible que Muladhara tiene con éste un vínculo muy estrecho. La reproducción es el medio que cada especie elige para perpetuarse.

Es en la cavidad pélvica donde tiene lugar el milagro de la vida, donde el hombre participa en la creación de un nuevo ser.

Instinto de supervivencia. Glándulas suprarrenales

El chakra Muladhara rige también las glándulas suprarrenales. Estas estructuras de forma triangular que se encuentran en la parte superior de los riñones segregan una diversa variedad de hormonas y neurotransmisores: estrógeno, progesterona, esteroides, cortisol y cortisona; pero también sustancias químicas como la adrenalina (epinefrina) y la norepinefrina. La adrenalina tiene un papel fundamental en la autodefensa, generar actitudes instintivas de huída y lucha.

Influencia de Muladhara en el plano psicológico

A medida que se hacen nuevos descubrimientos en anatomía, medicina y psicología, resulta más sorprendente que en épocas tan remotas, como aquellas en las que se sentaron las bases de la teoría de los chacras, pudieran tener tan claras algunas concepciones que la ciencia occidental ha descubierto  casi  2.000 años después. Si se compara la relación de Muladhara en el plano físico con la que tiene en el plano psicológico, esto se hace absolutamente evidente.

En el plano psicológico, el primer chakra se vincula directamente con los hábitos aprendidos; con las rutinas que se realizan automáticamente que son las que conforman el esqueleto sobre el cual se traza aquello que, de alguna manera, podría denominarse «forma de vida».

Egoismo  y  retención

El primer chakra  ha sido vinculado  por  los místicos  con el apego al mundo material;   on  la adquisición  de  bienes y con el egoísmo. Cuando su energía  no está lo suficientemente equilibrada, la búsqueda del placer, el hedonismo y el egocentrismo son los síntomas más acusados. En pleno siglo XX, Sigmund Freud habla de la llamada «fase anal», una etapa del desarrollo que se extiende desde, aproximadamente, los 18 meses hasta los tres o cuatro años. En este periodo, el niño aprende a controlar los esfínteres y sus excrementos son, para él, un obsequio hacia sus padres, algo que sale de su mismo cuerpo (es su producto, su creación) y que ofrece a los demás.

Por otra parte, la relación de las heces con el oro, que vendría a representar la máxima ambición, es común en la literatura, mitos y leyendas de numerosos países. En ellos, a menudo el oro se transforma en estiércol. Al respecto, Sigmund Freud dice:

«Entre los complejos del amor al dinero y la defecación, aparentemente tan dispares, descubrimos, sin embargo, múltiples relaciones. Todo médico que ha practicado el psicoanálisis sabe que por medio de esta correlación se logra la desaparición del más rebelde estreñimiento, habitual de los enfermos nerviosos.»

No deja de resultar sorprendente que los hindúes hayan relacionado el materialismo y la acumulación de riquezas con un chakra emparentado con el plexo sacro-coccígeo que es el que regula los esfínteres y el sistema excretor en su totalidad.

Ansiedad y agresividad

Los dos neurotransmisores que segregan las glándulas suprarrenales, epinefrina y nor-epinefrina, tienen una gran responsabilidad en el estado psicológico. Habitualmente se las conoce como «las hormonas del estrés».

A la hora de enfrentarse a un peligro, real o imaginario, físico o psicológico, se ponen en marcha diversos  mecanismos fisiológicos que  activan su producción y vertido en la sangre; la finalidad es preparar el organismo para la lucha por la supervivencia o la huida; Su presencia acelera el ritmo cardíaco y respiratorio, mejora la afluencia de oxígeno a los miembros adaptándolos así a una posible defensa, etc.

De ahí que este chakra también esté relacionado con  la fuerza física y la vitalidad. Es importante destacar que la percepción del peligro que pueda tener toda persona, en parte es instintiva y en parte se vincula a experiencias anteriores. Una persona que haya sufrido un bombardeo, es probable que vea alterada su respiración o sus pulsaciones sí oye el paso de un avión en la ciudad, en tanto que, en otras personas, ese ruido no provocará reacción alguna.

De este modo, Muladhara se relaciona también con la ansiedad, que es el síntoma fisiológico del miedo, con la necesidad de huida y con las respuestas agresivas. Su energía es lo que permite la supervivencia y, desde ese punto de vista, está necesariamente conectado con el mundo material, con la búsqueda de la seguridad y, consecuentemente, de la estabilidad.

Si Muladhara está bloqueado

Si Muladhara está bloqueado, habrá en él una excesiva acumulación de energía que tendrá, como consecuencia, una tendencia a hacerse valer por encima de todo, una actitud egocéntrica e incluso agresiva o bien una inclinación hacia las preocupaciones que son producidas por la constante percepción de peligro en situaciones en las que  no existe amenaza alguna.

Su influencia tiene especial importancia en los siete primeros años de vida en los cuales el niño aprende, poco a poco, a defenderse por sí mismo.

Hace que se desarrolle en él un sentimiento de pertenencia al grupo familiar como lugar seguro.

Posteriormente, sí su evolución  es sana este sentimiento  se extenderá a grupos mayores como el colegio, su ciudad, su país y la humanidad  entera, pero en  los casos en que este desarrollo se ve alterado, resulta imposible considerar a los demás como personas amistosas en las cuales, en términos generales, se puede confiar. Dicho bloqueo da como resultado caracteres huraños y egoístas, que sólo piensan en acumular bienes sintiendo que ésa es la mejor defensa posible contra la adversidad.

El mal funcionamiento de este chakra puede dar también origen a una salud delicada, alterada básicamente por la eficiente eliminación de las toxinas. Quienes tienen este problema, re­tienen inconscientemente los desechos por las mismas causas básicas por las que no se pueden desprender de bienes que ni siquiera les proveen felicidad.

También es habitual que el desequilibrio en este chakra provoque miedo a la muerte, ya que ésta no sólo encarna una incertidumbre que al individuo le resulta insoportable sino, además, la pérdida de todo, cuerpo incluido.

El amor como acto creativo

La expresión de los sentimientos  en la unión sexual también puede verse afectada por el desequilibrio energético de Muladhara. Como se tiende a una constante planificación estratégica que apunta a la defensa, la sensibilidad es vivida como una debilidad que es necesario erradicar. En el terreno amoroso, se vive más la posesión del amante que la generosidad del amor: «eres mia/mío». Hay una grave imposibilidad para la entrega, con la consiguiente frustración que esta actitud inconsciente acarrea.

Si las energías que alimentan el plexo sacro-coccígeo están descompensadas, las relaciones sexuales no pasan de ser un mero acto fisiológico  en el cual, lejos  de buscarse  la unión con la pareja o la creación de una nueva vida, sólo se procura la satisfacción del placer inmediato.

Juan Echenique

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